Aviso: Los libros aquí transcriptos y los personajes
pertenecen a Stephenie Meyer y la historia original “Reading Twilight” a Choices HP, yo solo la traduzco, todo
esto es sin ánimos de lucro, solo por mero entretenimiento.
LIBRO ABIERTO
El día siguiente fue mejor... y peor.
"¿Quién quiere apostar a que Edward tiene algo que ver con eso?" Emmett sonrió.
"No, eso es demasiado fácil," dijo Jasper, sonriendo a Edward también. "Hay que apostar a si él es la razón por qué es mejor, o por qué es peor."
"Tienes razón", dijo Emmett, pensativo-. "Apuesto a que es..."
"Paren", Edward gruño ferozmente y sus hermanos escucharon su advertencia - esta vez.
"¿Quién quiere apostar a que Edward tiene algo que ver con eso?" Emmett sonrió.
"No, eso es demasiado fácil," dijo Jasper, sonriendo a Edward también. "Hay que apostar a si él es la razón por qué es mejor, o por qué es peor."
"Tienes razón", dijo Emmett, pensativo-. "Apuesto a que es..."
"Paren", Edward gruño ferozmente y sus hermanos escucharon su advertencia - esta vez.
Fue mejor porque no
llovió, aunque persistió la nubosidad densa y oscura; y más fácil, porque sabía
qué podía esperar del día. Mike se acercó para sentarse a mi lado durante la
clase de Lengua y me acompañó hasta la clase siguiente mientras Eric, el que
parecía miembro de un club de ajedrez, lo fulminaba con la mirada. Me sentí
halagada.
"Ella no parece que les guste la atención de los chicos", señaló Alice
"Extraño", murmuró Rosalie sin creerlo.
"Ella no parece que les guste la atención de los chicos", señaló Alice
"Extraño", murmuró Rosalie sin creerlo.
Nadie me observaba
tanto como el día anterior. Durante el almuerzo me senté con un gran grupo que
incluía a Mike, Eric, Jessica y otros cuantos cuyos nombres y caras ya
recordaba. Empecé a sentirme como si flotara en el agua en vez de ahogarme.
Fue peor porque
estaba agotada. El ulular del viento alrededor de la casa no me había dejado
dormir. También fue peor porque el Sr. Varner me llamó en la clase de Trigonometría,
aun cuando no había levantado la mano, y di una respuesta equivocada. Rayó en
lo espantoso porque tuve que jugar al voleibol y la única vez que no me aparté
de la trayectoria de la pelota y la golpeé, ésta impactó en la cabeza de un
compañero de equipo.
Emmett se echó a reír y añadió: "Yo realmente deseo tener
educación física con esta chica
Y fue peor porque
Edward Cullen no apareció por la escuela, ni por la mañana ni por la tarde.
"Ves Eddy, es tú culpa", sonrió Emmett en él.
"Te fuiste," Esme dijo con tristeza.
"Tal vez no estoy yendo a la escuela", dijo Edward convincente.
"Tu sabes que sentirías la necesidad de irte realmente", pensó Alice, la expresión de Edward no podía engañarla
"Te fuiste," Esme dijo con tristeza.
"Tal vez no estoy yendo a la escuela", dijo Edward convincente.
"Tu sabes que sentirías la necesidad de irte realmente", pensó Alice, la expresión de Edward no podía engañarla
Que llegara la hora
del almuerzo —y con ella las coléricas miradas de Cullen— me estuvo
aterrorizando durante toda la mañana. Por un lado, deseaba plantarle cara y
exigirle una explicación. Mientras permanecía insomne en la cama llegué a imaginar
incluso lo que le diría, pero me conocía demasiado bien para creer que de
verdad tendría
el
coraje de hacerlo. En comparación conmigo, el león cobardica de El mago de Oz era Terminator.
"Sin embargo, el León Cobarde no es un cobarde",
señaló Alice.
"Y no creo que esta chica lo sea", dijo Carlisle.
"Y no creo que esta chica lo sea", dijo Carlisle.
Sin embargo, cuando
entré en la cafetería junto a Jessica—intenté contenerme y no recorrer la sala
con la mirada para buscarle, aunque fracasé estrepitosamente— vi a sus cuatro hermanos,
por llamarlos de alguna manera, sentados en la misma mesa, pero él no los
acompañaba.
“Hermanos, realmente es una buena manera de describirnos",
reflexionó Edward.
Mike nos interceptó
en el camino y nos desvió hacia su mesa. Jessica parecía eufórica por la
atención,
"Sí que lo sería", dijo Edward. "Él es su nueva
obsesión. Yo estaba muy agradecido porque su atención se dio la vuelta."
y sus amigas pronto
se reunieron con nosotros. Pero estaba incomodísima mientras
escuchaba su despreocupada conversación, a la espera de que él acudiese.
Deseaba que se limitara a ignorarme cuando llegara, y demostrar de ese modo que
mis suposiciones eran infundadas. Pero no llegó, y me fui poniendo más y más
tensa conforme pasaba el tiempo.
Ella está definitivamente pensando mucho en ti", continuó
Emmett bromeando
"Le di una mirada de muerte, por supuesto que estoy en su mente", espetó Edward.
"No estoy seguro de que por eso esté pensando en ti", sonrió Emmett.
"Le di una mirada de muerte, por supuesto que estoy en su mente", espetó Edward.
"No estoy seguro de que por eso esté pensando en ti", sonrió Emmett.
Cuando al final del almuerzo no se
presentó, me dirigí hacia la clase de Biología con más confianza. Mike, que
empezaba a asumir todas las características de los perros golden retriever, me
siguió fielmente de camino a clase.
"Esa es una buena comparación," rió Emmett
"Esa es una buena comparación," rió Emmett
Contuve el aliento en la puerta, pero
Edward Cullen tampoco estaba en el aula. Suspiré y me dirigí a mi asiento. Mike
me siguió sin dejar de hablarme de un próximo viaje a la playa y se quedó junto
a mi mesa hasta que sonó el timbre. Entonces me sonrió apesadumbrado y se fue a
sentar al lado de una chica con un aparato ortopédico en los dientes y una
horrenda permanente. Al parecer, iba a tener que hacer algo con Mike, y no iba
a ser fácil. La diplomacia resultaba vital en un pueblecito como éste, donde
todos vivían pegados los unos a los otros. Tener tacto no era lo mío, y carecía
de experiencia a la hora de tratar con chicos que fueran más amables de la
cuenta.
"Así que no le gusta
Mike", dijo Alice.
"Sí, Eddy, usted no tiene que preocuparse por él", agregó Emmett.
Edward no dijo nada a sus hermanos, aunque hizo rodar sus ojos
"Sí, Eddy, usted no tiene que preocuparse por él", agregó Emmett.
Edward no dijo nada a sus hermanos, aunque hizo rodar sus ojos
El tener la mesa para mí sola y la
ausencia de Edward supuso un gran alivio. Me lo repetí hasta la saciedad, pero
no lograba quitarme de la cabeza la sospecha de que yo era el motivo de su
ausencia. Resultaba ridículo y egotista creer que yo fuera capaz de afectar
tanto a alguien. Era imposible. Y aun así la posibilidad de que fuera cierto no
dejaba de inquietarme.
“Oh, es cierto", dijo
Alice con voz cantarina
Cuando al fin concluyeron las clases y
hubo desaparecido mi sonrojo por el incidente del partido de voleibol, me
enfundé los vaqueros y un jersey azul marino y me apresuré a salir del
vestuario, feliz de esquivar por el momento a mi amigo, el golden retriever. Me
dirigí a toda prisa al aparcamiento, ahora atestado de estudiantes que salían a
la carrera. Me subí al coche y busqué en mi bolsa para cerciorarme de que tenía
todo lo necesario.
La noche pasada había descubierto que
Charlie era incapaz de cocinar otra cosa que huevos fritos y beicon, por lo que
le pedí que me dejara encargarme de las comidas mientras durara mi estancia.
“Hm... tengo la sensación de
que vamos a tener que oír mucho acerca de la comida en estos libros", dijo
Jasper.
"Al menos no tendrá que oler", señaló Edward
"Al menos no tendrá que oler", señaló Edward
El
se mostró dispuesto a cederme las llaves de la sala de banquetes. También me
percaté de que no había comida en casa, por lo que preparé la lista de la
compra, tomé el dinero de un jarrón del aparador que llevaba la etiqueta «dinero
para la comida» y ahora iba de camino hacia el supermercado Thriftway.
Puse en marcha aquel motor ensordecedor,
hice caso omiso a los rostros que se volvieron en mi dirección y di marcha
atrás con mucho cuidado al ponerme en la cola de coches que aguardaban para
salir del aparcamiento. Mientras esperaba, intenté fingir que era otro coche el
que producía tan ensordecedor estruendo. Vi que los dos Cullen y los gemelos
Hale se subían a su coche. El flamante Volvo, por supuesto. Me habían fascinado
tanto sus rostros que no había reparado antes en el atuendo;
"Hm ..." Alice dijo
con el ceño fruncido decepcionada.
pero ahora que me fijaba, era obvio que
todos iban magníficamente vestidos, de forma sencilla, pero con una ropa que
parecía hecha por modistos. Con aquella hermosura y gracia de movimientos,
podrían llevar harapos y parecer guapos.
"De ninguna manera,"
Alice y Rosalie corearon incrédulamente
El tener tanto belleza como dinero era
pasarse de la raya,
"Sólo tenemos mucho dinero, por culpa de esta pequeña molestia", dijo Emmett tratando de frotar el pelo de Alice, pero ella lo esquivó con facilidad.
"Es por eso que la conservamos", añadió Edward sonriendo a su hermana favorita.
"Sólo tenemos mucho dinero, por culpa de esta pequeña molestia", dijo Emmett tratando de frotar el pelo de Alice, pero ella lo esquivó con facilidad.
"Es por eso que la conservamos", añadió Edward sonriendo a su hermana favorita.
pero hasta donde alcanzaba a comprender, la vida, por lo
general, solía ser así. No parecía que la posesión de ambas cosas les hubiera
dado cierta aceptación en el pueblo.
No, no creía que fuera de ese modo. En
absoluto. Ese aislamiento debía de ser voluntario, no lograba imaginar ninguna
puerta cerrada ante tanta belleza.
"Eso es bueno y
malo", dijo Carlisle. "La gente instintivamente tiene miedo de
nosotros, pero nuestras miradas nos dan una ventaja."
Contemplaron mi ruidoso monovolumen cuando
les pasé, como el resto,
"No creo que estemos
viendo el camión ruidoso", dijo Jasper. "Lo más probable es que
estemos mirando a la chica".
"Preguntándonos por qué Edward no está ahí por culpa de ella", terminó Alicia su pensamiento por él.
"Preguntándonos por qué Edward no está ahí por culpa de ella", terminó Alicia su pensamiento por él.
pero continué mirando al frente y
experimenté un gran alivio cuando estuve fuera del campus.
El Thriftway no estaba muy lejos de la
escuela, unas pocas calles más al sur, junto a la carretera. Me sentí muy a
gusto dentro del supermercado, me pareció normal. En Phoenix era yo quien hacía
la compra, por lo que asumí con gusto el hábito de ocuparme de las tareas
familiares. El mercado era lo bastante grande como para que no oyera el
tamborileo de la lluvia sobre el tejado y me recordara dónde me encontraba.
Al llegar a casa, saqué los comestibles y
los metí allí donde encontré un hueco libre. Esperaba que a Charlie no le
importara. Envolví las patatas en papel de aluminio y las puse en el horno para
hacer patatas asadas, dejé en adobo un
filete y lo coloqué sobre una caja de huevos en el frigorífico.
Subí a mi habitación con la mochila
después de hacer todo eso. Antes de ponerme con los deberes, me puse un chándal
seco, me recogí la melena en una coleta y abrí el mail por vez primera.
"Todos de su madre, sin
duda," dijo Edward.
Tenía tres mensajes. Mi madre me había
escrito.
Bella:
Escríbeme en cuanto llegues
y cuéntame cómo te ha ido el vuelo. ¿Llueve? Ya te echo de menos. Casi he
terminado de hacer las maletas para ir a Florida, pero no encuentro mi blusa
rosa. ¿Sabes dónde la puse? Phil te manda saludos.
Mamá
Suspiré y leí el siguiente mensaje. Lo había
enviado ocho horas después del primero. Decía:
¿Por qué no me has
contestado?
“Ella acaba de llegar",
dijo Alice poniendo los ojos.
"Tendría que haber respondido de inmediato", dijo Esme excesivamente maternal. "No es fácil cuando uno de tus hijos está lejos de ti."
"Tendría que haber respondido de inmediato", dijo Esme excesivamente maternal. "No es fácil cuando uno de tus hijos está lejos de ti."
¿A qué esperas? Mamá.
El último era de esa mañana.
Isabella:
"Oh-oh ... ella está en
problemas", se rió Emmett.
Si no me has
contestado a las 17:30, voy a llamar a Charlie.
Miré el reloj. Aún quedaba una hora, pero
mi madre solía adelantarse a los acontecimientos.
Mamá:
Tranquila. Ahora te
escribo. No cometas ninguna imprudencia.
Bella
“Bueno, eso es tan obvio,"
dijo Emmett.
"Bueno, en realidad ella no está por escribiendo, está tecleando así que..."Edward dijo.
"Es lo mismo", se quejó Emmett.
"Bueno, en realidad ella no está por escribiendo, está tecleando así que..."Edward dijo.
"Es lo mismo", se quejó Emmett.
Envié el mail empecé a escribir
otra vez.
Mamá:
Todo va fenomenal.
Llueve, por supuesto. He esperado a escribirte cuando tuviera algo que
contarte.
“Sólo tiene que escribir sobre
el chico extraño que le da miradas de muerte" dijo Emmett.
"Eso no es cosa de bromas," dijo Edward
"Eso no es cosa de bromas," dijo Edward
La escuela no es
mala, sólo un poco repetitiva. He conocido a unos cuantos compañeros muy
amables que se sientan conmigo durante el almuerzo. Tu blusa está en la
tintorería. Se supone que la ibas a recoger el viernes. Charlie me ha comprado
un monovolumen. ¿Te lo puedes creer? Me encanta. Es un poco antiguo, pero muy
sólido, y eso me conviene, ya me conoces.
“Hm..." Carlisle dijo.
"¿Qué pasa?" Esme preguntó.
"Eso es lo que Charlie le dijo sobre el camión", dijo Carlisle. "Que sería un buen camión para ella."
"Es el que más la conoce," sonrió Esme
"¿Qué pasa?" Esme preguntó.
"Eso es lo que Charlie le dijo sobre el camión", dijo Carlisle. "Que sería un buen camión para ella."
"Es el que más la conoce," sonrió Esme
Yo también te echo de
menos. Pronto volveré a escribir, pero no voy a estar revisando el correo
electrónico cada cinco minutos. Respira hondo y relájate. Te quiero.
Bella
Había decidido volver a leer Cumbres
borrascosas por placer —era la
novela que estábamos estudiando en clase de Literatura—
"Por lo menos ella sabe
que un clásico, sin embargo, la mayoría de los seres humanos no lo han leído y
ni se esfuerzan por hacerlo” señaló Alice
, y en ello estaba cuando Charlie llegó a
casa. Había perdido la noción del tiempo, por lo que me apresuré a bajar las
escaleras, sacar del horno las patatas y meter el filete para asarlo.
— ¿Bella? —gritó mi padre al oírme en la
escalera.
¿Quién iba a ser si no?, me pregunté.
—Hola, papá, bienvenido a casa.
—Gracias.
Colgó el cinturón con la pistola y se
quitó las botas mientras yo trajinaba en la cocina. Que yo supiera, jamás había
disparado en acto de servicio. Pero siempre la mantenía preparada. De niña,
cuando yo venía, le quitaba las balas al llegar a casa. Imagino que ahora me consideraba lo bastante madura como para no matarme por
accidente, y no lo bastante deprimida como para suicidarme.
— ¿Qué vamos a comer? —preguntó con
recelo.
Mi madre solía practicar la cocina
creativa, y sus experimentos culinarios no siempre resultaban comestibles. Me
sorprendió, y entristeció, que todavía se acordara.
—Filete con patatas —contesté para
tranquilizarlo.
Parecía encontrarse fuera de lugar en la
cocina, de pie y sin hacer nada, por lo que se marchó con pasos torpes al
cuarto de estar para ver la tele mientras yo cocinaba. Preparé una ensalada al
mismo tiempo que se hacía el filete y puse la mesa.
Lo llamé cuando estuvo lista la cena y
olfateó en señal de apreciación al entrar en la cocina.
—Huele bien, Bella.
—Gracias.
Comimos en silencio durante varios
minutos, lo cual no resultaba nada incómodo. A ninguno de los dos nos
disgustaba el silencio. En cierto modo, teníamos caracteres compatibles para vivir
juntos.
“Eso está bien," dijo Esme,
pero luego agregó, sonriendo de nuevo: ". Si funciona para ellos"
—Y bien, ¿qué tal el instituto? ¿Has hecho
alguna amiga? —me preguntó mientras se echaba más.
—Tengo unas cuantas clases con una chica
que se llama Jessica y me siento con sus amigas durante el almuerzo. Y hay un
chico, Mike, que es muy amable. Todos parecen buena gente.
Con una notable excepción.
“Eddy", se rió Emmett.
"¿Te diste cuenta cómo ella no llamó a nadie su amigo", señaló Edward.
"¿Te diste cuenta cómo ella no llamó a nadie su amigo", señaló Edward.
—Debe de ser Mike Newton. Un buen chico y una buena familia. Su padre
es el dueño de una tienda de artículos deportivos a las afueras del pueblo. Se
gana bien la vida gracias a los excursionistas que pasan por aquí.
"Y con nosotros", se rió Jasper. "No es que
necesitemos algo de eso."
— ¿Conoces a la familia Cullen? —pregunté
vacilante.
— ¿La familia del doctor Cullen? Claro. El
doctor Cullen es un gran hombre.
“Sí. Él lo es," Esme dijo,
sonriendo de inmediato a su marido
—Los hijos... son un poco diferentes. No
parece que en el instituto caigan demasiado bien.
El aspecto enojado de Charlie me
sorprendió.
— ¡Cómo es la gente de este pueblo!
—murmuró—. El doctor Cullen es un eminente cirujano que podría trabajar en
cualquier hospital del mundo y ganaría diez veces más que aquí —continuó en voz
más alta—. Tenemos suerte de que vivan acá, de que su mujer quiera quedarse en
un pueblecito. Es muy valioso para la comunidad, y esos chicos se comportan
bien y son muy educados. Albergué ciertas dudas cuando llegaron con tantos
hijos adoptivos. Pensé que habría problemas, pero son muy maduros y no me han
dado el más mínimo problema. Y no puedo decir lo mismo de los hijos de algunas
familias que han vivido en este pueblo desde hace generaciones. Se mantienen
unidos, como debe hacer una familia, se van de camping cada tres fines
de semana... La gente tiene que hablar sólo porque son recién llegados.
“Wow, no sabía que Charlie
sentía eso mismo por nosotros", dijo Edward, sorprendido, como todos los
demás en la sala.
"Él es un hombre amable," Esme sonrió, apreciando lo que dijo acerca de su familia.
"A pesar de que no está en lo correcto sobre que no causamos problemas ", dijo Emmett divertido.
"¿Qué pasa Edward?" Alice le preguntó, al ver que fruncía el ceño.
"Es solo que Charlie no es exactamente como yo pensaba que era," dijo Edward, todavía con el ceño fruncido. "No me hubiera imaginado que iba a reaccionar así al escuchar sus pensamientos."
"Él es un hombre amable," Esme sonrió, apreciando lo que dijo acerca de su familia.
"A pesar de que no está en lo correcto sobre que no causamos problemas ", dijo Emmett divertido.
"¿Qué pasa Edward?" Alice le preguntó, al ver que fruncía el ceño.
"Es solo que Charlie no es exactamente como yo pensaba que era," dijo Edward, todavía con el ceño fruncido. "No me hubiera imaginado que iba a reaccionar así al escuchar sus pensamientos."
Era el discurso más largo que había oído
pronunciar a Charlie. Debía de molestarle mucho lo que decía la gente.
Eso es verdad, es una reacción
más fuerte de lo normal", dijo Jasper, pensativo-.
"Él está cerca de los Quileute, quizás oye más quejas sobre nosotros", dijo Carlisle.
"Es cierto", dijo Jasper, asintiendo con la cabeza de acuerdo - eso tendría sentido.
"Él está cerca de los Quileute, quizás oye más quejas sobre nosotros", dijo Carlisle.
"Es cierto", dijo Jasper, asintiendo con la cabeza de acuerdo - eso tendría sentido.
Di marcha atrás.
—Me parecen bastante agradables, aunque he
notado que son muy reservados. Y todos son muy guapos —añadí para hacerles un
cumplido.
—Tendrías que ver al doctor —dijo Charlie,
y se rió—. Por fortuna, está felizmente casado. A muchas de las enfermeras del
hospital les cuesta concentrarse en su tarea cuando él anda cerca.
“Realmente, debo mantener un
ojo en eso", dijo Carlisle, divertido con el comentario
Nos quedamos callados y terminamos de
cenar. Recogió la mesa mientras me ponía a fregar los platos. Regresó al cuarto
de estar para ver la tele. Cuando terminé de fregar —no había lavavajillas—,
subí con desgana a hacer los deberes de Matemáticas. Sentí que lo hacía por
hábito. Esa noche fue silenciosa, por fin. Agotada, me dormí enseguida.
El resto de la semana transcurrió sin
incidentes. Me acostumbré a la rutina de las clases. Aunque no recordaba todos
los nombres, el viernes era capaz de reconocer los rostros de la práctica
totalidad de los estudiantes del instituto. En clase de gimnasia los miembros
de mi equipo aprendieron a no pasarme el balón y a interponerse delante de mí
si el equipo contrario intentaba aprovecharse de mis carencias. Los dejé con
sumo gusto.
Edward Cullen no volvió a la escuela.
Esme miró disgustada por esa
noticia, pero no dijo nada.
Todos los días vigilaba la puerta con
ansiedad hasta que los Cullen entraban en la cafetería sin él. Entonces podía
relajarme y participar en la conversación que, por lo general, versaba sobre
una excursión a La Push Ocean Park para dentro de dos semanas, un viaje que
organizaba Mike. Me invitaron y accedí a ir, más por ser cortés que por placer.
Las playas deben ser calientes y secas.
"Me pregunto si hay algo
en Forks que le gusta", reflexionó Jasper.
"No hay nada todavía", sonrió Alice.
"Pero tal vez Eddy vuelva pronto", bromeó Emmett.
"Eso no sería bueno para ella", dijo Edward. "No va a suceder."
"No estés tan seguro," dijo Emmett. "Tiene que haber una razón por la que tenemos estos libros y sería lógico que nosotros... lo que significa que, tendremos mucho que ver en ellos."
"No hay nada todavía", sonrió Alice.
"Pero tal vez Eddy vuelva pronto", bromeó Emmett.
"Eso no sería bueno para ella", dijo Edward. "No va a suceder."
"No estés tan seguro," dijo Emmett. "Tiene que haber una razón por la que tenemos estos libros y sería lógico que nosotros... lo que significa que, tendremos mucho que ver en ellos."
Cuando llegó el viernes, yo ya entraba con
total tranquilidad en clase de Biología sin preocuparme de si Edward estaría
allí. Hasta donde sabía, había abandonado la escuela. Intentaba no pensar en
ello, pero no conseguía reprimir del todo la preocupación de que fuera la
culpable de su ausencia, por muy ridículo que pudiera parecer.
"¿Por qué está tan
preocupado por eso?" Rosalie le preguntó en tono aburrido al libro y a la chica. "¿Qué importa si es su culpa
o no?"
"No le gusta ser la causa del dolor de nadie", dijo Esme.
"Sí, ella se preocupa más por los demás, a diferencia de algunas personas", dijo Edward, mirando fijamente a su hermana.
Rosalie le gruñó, pero no dijo nada.
"No le gusta ser la causa del dolor de nadie", dijo Esme.
"Sí, ella se preocupa más por los demás, a diferencia de algunas personas", dijo Edward, mirando fijamente a su hermana.
Rosalie le gruñó, pero no dijo nada.
Mi primer fin de semana en Forks pasó sin
acontecimientos dignos de mención. Charlie no estaba acostumbrado a quedarse en
una casa habitualmente vacía, y lo pasaba en el trabajo. Limpié la casa, avancé
en mis deberes y escribí a mi madre varios correos electrónicos de fingida
jovialidad. El sábado fui a la biblioteca,
"Buena suerte para
encontrar algo allí", se burló Edward.
"Tal vez deberíamos donar algunos libros", dijo Carlisle - que haría cualquier cosa para avanzar en la sed de conocimiento y que podría haber más personas como esta chica que se beneficiarían de una selección más amplia.
"Tal vez deberíamos donar algunos libros", dijo Carlisle - que haría cualquier cosa para avanzar en la sed de conocimiento y que podría haber más personas como esta chica que se beneficiarían de una selección más amplia.
pero tenía pocos libros, por lo que no me
molesté en hacerme la tarjeta de socio. Pronto tendría que visitar Olympia o
Seattle y buscar una buena librería. Me puse a calcular con despreocupación
cuánta gasolina consumiría el monovolumen y el resultado me produjo
escalofríos.
Durante todo el fin de semana cayó una
lluvia fina, silenciosa, por lo que pude dormir bien.
Mucha gente me saludó en el aparcamiento
el lunes por la mañana, no recordaba los nombres de todos, pero agité la mano y
sonreí a todo el mundo. En clase de Literatura, fiel a su costumbre, Mike se
sentó a mi lado. El profesor nos puso un examen sorpresa sobre Cumbres
borrascosas. Era fácil, sin complicaciones.
"Hm... el día de hoy está
más detallado, creo que regresaste Eddy", dijo Emmett.
"Eso espero", dijo Esme contenta
"Eso espero", dijo Esme contenta
En general, a aquellas alturas me sentía
mucho más cómoda de lo que había creído. Más satisfecha de lo que hubiera
esperado jamás.
"Ah... tal vez a ella ya
le gusta estar aquí", dijo Jasper.
"Yo no lo creo, pero de todos modos", dijo Alice. "Simplemente no es tan horrible como ella había pensado que sería."
"Yo no lo creo, pero de todos modos", dijo Alice. "Simplemente no es tan horrible como ella había pensado que sería."
Al salir de la clase, el aire estaba lleno
de remolinos blancos.
“Ah… nieve, me encanta la nieve” dijo Emmett, probablemente
pensando en la última pelea de nieve que había tenido con Jasper y Edward.
Oí a los compañeros dar gritos de júbilo.
El viento me cortó la nariz y las mejillas.
— ¡Vaya! —Exclamó Mike—. Nieva.
Estudié las pelusas de algodón que se
amontaban al lado de la acera y, arremolinándose erráticamente, pasaban junto a
mi cara.
— ¡Uf!
Nieve. Mi gozo en un pozo.
"¿Qué, no
le gusta la nieve?", dijo Emmett con incredulidad. "Es extraña!"
Mike se sorprendió.
— ¿No te gusta la nieve?
—No. Significa que hace demasiado frío
incluso para que llueva —obviamente—. Además, pensaba que caía en forma de
copos, ya sabes, que cada uno era único y todo eso. Éstos se parecen a los
extremos de los bastoncillos de algodón.
— ¿Es que nunca has visto nevar? —me
preguntó con incredulidad.
— ¡Sí, por supuesto!
"No suena como ella", dijo Emmett con el ceño fruncido.
"No suena como ella", dijo Emmett con el ceño fruncido.
—Hice una pausa y añadí—: En
la tele.
Emmett se río de eso.
Mike se rió. Entonces una gran bola húmeda
y blanda impactó en su nuca. Nos volvimos para ver de dónde provenía. Sospeché
de Eric, que andaba en dirección contraria, en la dirección equivocada para ir
a la siguiente clase. Era evidente que Mike pensó lo mismo, ya que se acuclilló
y empezó a amontonar aquella papilla blancuzca.
—Te veo en el almuerzo, ¿vale? —continué
andando sin dejar de hablar—. Me refugio dentro cuando la gente se empieza a
lanzar bolas de nieve.
Mike asintió con la cabeza sin apartar los
ojos de la figura de Eric, que emprendía la retirada.
Se pasaron toda la mañana charlando
alegremente sobre la nieve. Al parecer era la primera nevada del nuevo año.
Mantuve el pico cerrado. Sí, era más seca que la lluvia... hasta que se
descongelaba en los calcetines.
Jessica y yo nos dirigimos a la cafetería
con mucho cuidado después de la clase de español. Las bolas de nieve volaban
por doquier. Por si acaso, llevaba la carpeta en las manos, lista para
emplearla como escudo si era necesario.
No estoy seguro de que eso
tenga la capacidad defEnsiva necesaria para hacer ese trabajo", se rió
Emmett
Jessica se rió de mí, pero había algo en
la expresión de mi rostro que le desaconsejó lanzarme una bola de nieve.
Mike nos alcanzó cuando entramos en la
sala; se reía mientras la nieve que tenía en las puntas del su pelo se fundía.
Él y Jessica conversaban animadamente sobre la pelea de bolas de nieve; hicimos
cola para comprar la comida. Por puro hábito, eché una ojeada hacia la mesa del
rincón. Entonces, me quedé petrificada. La ocupaban cinco personas.
"Dun Dun Dun ..."
Emmett dijo
Jessica me tomó por el brazo.
— ¡Eh! ¿Bella? ¿Qué quieres?
Bajé la vista, me ardían las orejas. Me
recordé a mí misma que no había motivo alguno para sentirme cohibida. No había
hecho nada malo.
-¿Qué le pasa a Bella? —le preguntó Mike a
Jessica.
"Pregúntale a ella idiota", murmuró Edward.
—Nada —contesté—. Hoy sólo quiero un
refresco.
Me puse al final de la cola.
— ¿Es que no tienes hambre? —preguntó
Jessica.
—La verdad es que estoy un poco mareada
—dije, con la vista aún clavada en el suelo.
Aguardé a que tomaran la comida y los
seguí a una mesa sin apartar los ojos de mis pies.
“Eso es lo que
yo llamo atracción... la tienes mal", se rió Emmett.
Bebí el refresco a pequeños sorbos. Tenía
un nudo en el estómago. Mike me preguntó dos veces, con una preocupación
innecesaria, cómo me encontraba. Le respondí que no era nada, pero especulé con
la posibilidad de fingir un
poco y escaparme a la enfermería durante la próxima clase.
"Ella aún está
contemplando opciones para alejarse de ti," rió Emmett.
Ridículo. No tenía por qué huir.
“Hm..." Edward dijo, sus
ojos estaban un poco divertido.
"¿Qué es tan gracioso?" Esme dijo mirando a la expresión de su hijo.
"Es sólo - Bueno, creo que me escapé de la chica... Quiero decir cuando no estaba presente," dijo Edward. "Es curioso saber que ella quiere hacer lo mismo también."
"¿Qué es tan gracioso?" Esme dijo mirando a la expresión de su hijo.
"Es sólo - Bueno, creo que me escapé de la chica... Quiero decir cuando no estaba presente," dijo Edward. "Es curioso saber que ella quiere hacer lo mismo también."
Decidí permitirme una única miradita a la
mesa de la familia Cullen. Si me observaba con furia, pasaría de la clase de
Biología, ya que era una cobarde.
Mantuve el rostro inclinado hacia el suelo
y miré de reojo a través de las pestañas. Alcé levemente la cabeza.
Se reían. Edward, Jasper y Emmett tenían
el pelo totalmente empapado por la nieve. Alice y Rosalie retrocedieron cuando
Emmett se sacudió el pelo chorreante para salpicarlas. Disfrutaban del día
nevado como los demás, aunque ellos parecían salidos de la escena de una
película, y los demás no.
“Creo que la escena fue armada
por nuestro pequeño duendecillo", dijo Edward negando con la cabeza.
"Probablemente, cuanto más normal nos veamos," dijo Alicia. "la chica se tranquilizara, y parece que ha funcionado
"Probablemente, cuanto más normal nos veamos," dijo Alicia. "la chica se tranquilizara, y parece que ha funcionado
Pero, aparte de la alegría y los juegos,
algo era diferente, y no lograba identificar qué. Estudié a Edward con cuidado.
Decidí que su tez estaba menos pálida, tal vez un poco colorada por la pelea
con bolas de nieve,
"No," dijo Edward.
"Es por la caza."
y que las
ojeras eran menos acusadas, pero había algo más. Lo examinaba, intentando
aislar ese cambio, sin apartar la vista de él.
—Bella, ¿a quién miras? —interrumpió
Jessica, siguiendo la trayectoria de mi mirada.
En ese preciso momento, los ojos de Edward
centellearon al encontrarse con los míos.
"Jessica es probable que
me nombrara otra vez", murmuró Edward.
Ladeé la cabeza para que el pelo me
ocultara el rostro, aunque estuve segura de que, cuando nuestras miradas se
cruzaron, sus ojos no parecían tan duros ni hostiles como la última vez que le
vi. Simplemente tenían un punto de curiosidad y, de nuevo, cierta
insatisfacción.
—Edward Cullen te está mirando —me murmuró
Jessica al oído, y se rió.
—No parece enojado, ¿verdad? —tuve que
preguntar.
—No —dijo, confusa por la pregunta—.
¿Debería estarlo?
"No esta tan lejos",
suspiró Edward.
—Creo que no soy de su agrado —le confesé.
Aún me sentía mareada, por lo que apoyé la cabeza sobre el brazo.
—A los Cullen no les gusta nadie... Bueno,
tampoco se fijan en nadie lo bastante para les guste, pero te sigue mirando.
—No le mires —susurré.
Jessica se rió con disimulo, pero desvió
la vista. Alcé la cabeza lo suficiente para cerciorarme de que lo había hecho.
Estaba dispuesta a emplear la fuerza si era necesario.
“Dudo que esta Bella... utilizará la violencia con alguien", se
rió Emmett. "Usted ha decidido utilizar su nombre," dijo Edward, fue
el primero en decirlo.
"Pensé que ya era hora, es el personaje principal en esta historia, después de todo", se encogió de hombros Emmett.
"Pensé que ya era hora, es el personaje principal en esta historia, después de todo", se encogió de hombros Emmett.
Mike nos interrumpió en ese momento;
estaba planificando una épica batalla de nieve en el aparcamiento y nos
preguntó si deseábamos participar. Jessica asintió con entusiasmo. La forma en
que miraba a Mike dejaba pocas dudas, asentiría a cualquier cosa que él
sugiriera. Me callé. Iba a tener que esconderme en el gimnasio hasta que el
aparcamiento estuviera vacío.
Me cuidé de no apartar la vista de mi
propia mesa durante lo que restaba de la hora del almuerzo. Decidí respetar el
pacto que había alcanzado conmigo misma. Asistiría a clase de Biología, ya que
no parecía enfadado. Tanto me aterraba volver a sentarme a su lado que tuve
unos leves retortijones de estómago.
No me apetecía nada que Mike me acompañara
a clase como de costumbre, ya que parecía ser el blanco predilecto de los
francotiradores de bolas de nieve, pero, al llegar a la puerta, todos, salvo
yo, gimieron al unísono.
"Oh no, la nieve se ha
ido", suspiró Emmett.
"Bueno, Bella será feliz", dijo Alice alegremente.
"Bueno, Bella será feliz", dijo Alice alegremente.
Estaba lloviendo, y el aguacero arrastraba
cualquier rastro de nieve, dejando jirones de hielo en los bordes de las
aceras. Me cubrí la cabeza con la capucha y escondí mi júbilo. Podría ir
directamente a casa después de la clase de gimnasia.
Mike no cesó de quejarse mientras íbamos
hacia el edificio cuatro.
Ya en clase, comprobé aliviada que mi mesa
seguía vacía. El profesor Banner estaba repartiendo un microscopio y una cajita
de diapositivas por mesa. Aún quedaban unos minutos antes de que empezara la
clase y el aula era un hervidero de conversaciones. Dibujé unos garabatos de
forma distraída en la tapa de mi cuaderno y mantuve los ojos lejos de la
puerta. Oí con claridad cómo se movía la silla contigua, pero continué mirando
mi dibujo.
"Tú debes querer que ella
sepa que estás ahí", dijo Carlisle.
"Va a hacer que se sienta más cómoda si escucha mi entrada", se encogió de Edward.
"Va a hacer que se sienta más cómoda si escucha mi entrada", se encogió de Edward.
—Hola —dijo una voz tranquila y musical.
Levanté la vista, sorprendida de que me
hablara.
"Ah... estás tratando de
hacerle creer que estaba loca la semana pasada", dijo Jasper. "No
estoy seguro de que vaya a funcionar con ella."
Se sentaba lo más lejos de mi lado que le
permitía la mesa, pero con la silla vuelta hacia mí. Llevaba el pelo húmedo y
despeinado, pero, aun así, parecía que acababa de rodar un anuncio para una
marca de champú. El deslumbrante rostro era amable y franco. Una leve sonrisa
curvaba sus labios perfectos, pero los ojos aún mostraban recelo.
—Me llamo Edward Cullen —continuó—. No
tuve la oportunidad de presentarme la semana pasada. Tú debes de ser Bella
Swan.
“Eso es mucho más amable",
suspiró Esme. "La forma en que actuó la última vez con ella, debe haber
pensado que usted fue criado por los lobos."
"En lugar de vampiros," se rió Edward.
"Prefiero ser criado por vampiros que por lobos", dijo Emmett arrugando la nariz.
"En lugar de vampiros," se rió Edward.
"Prefiero ser criado por vampiros que por lobos", dijo Emmett arrugando la nariz.
Estaba confusa y la cabeza me daba
vueltas. ¿Me lo había imaginado todo? Ahora se comportaba con gran amabilidad.
Tenía que hablar, esperaba mi respuesta, pero no se me ocurría nada
convencional que contestar.
— ¿Cómo sabes mi nombre? —tartamudeé.
Ya sabemos su nombre desde
ahora... , y no sólo porque estemos leyendo este libro," rió Emmett.
"Hm... Pero todo el mundo la llamaba Isabella?" Jasper dijo.
"Sí", se encogió de hombros Emmett. "Sin embargo, corrigió todo el mundo, y estoy seguro que la gente ha estado hablando de ella desde entonces... él podría haberlo recogido en cualquier lugar."
"Hm... Pero todo el mundo la llamaba Isabella?" Jasper dijo.
"Sí", se encogió de hombros Emmett. "Sin embargo, corrigió todo el mundo, y estoy seguro que la gente ha estado hablando de ella desde entonces... él podría haberlo recogido en cualquier lugar."
Se rió de forma suave y encantadora.
—Creo que todo el mundo sabe tu nombre. El
pueblo entero te esperaba.
"Pero no así", se rió
Alice. "Deberías haber venido con una mejor línea si deseas obtener una
buena imagen."
Hice una mueca. Sabía que debía de ser
algo así, pero insistí como una tonta.
—No, no, me refería a que me llamaste
Bella.
Pareció confuso.
— ¿Prefieres Isabella?
—No, me gusta Bella —dije—, pero creo que
Charlie, quiero decir, mi padre, debe de llamarme Isabella a mis espaldas,
porque todos me llaman Isabella —intenté explicar, y me sentí como una completa
idiota.
—Oh.
No añadió nada. Violenta, desvié la
mirada.
"Es extraño", dijo
Carlisle. "Normalmente no eres tan distraído."
"Lo sé, pero la excusa de Emmett es válida, podría haber escuchado su nombre por otros medios y no precisamente leyendo las mentes de los demás," dijo Edward con cautela.
"Es cierto, pero entonces ¿por qué no dijiste nada más?" Carlisle dijo alzando su ceja. "Estoy seguro de que lo escuchaste a través de la mente de los estudiantes y no te diste cuenta de donde venia."
"No sé", se encogió de Edward.
"Lo sé, pero la excusa de Emmett es válida, podría haber escuchado su nombre por otros medios y no precisamente leyendo las mentes de los demás," dijo Edward con cautela.
"Es cierto, pero entonces ¿por qué no dijiste nada más?" Carlisle dijo alzando su ceja. "Estoy seguro de que lo escuchaste a través de la mente de los estudiantes y no te diste cuenta de donde venia."
"No sé", se encogió de Edward.
Gracias a Dios, el señor Banner empezó la
clase en ese momento. Intenté prestar atención cuando explicó que íbamos a
realizar una práctica. Las diapositivas estaban desordenadas. Teníamos que
trabajar en parejas para identificar las fases de la mitosis de las células de
la punta de la raíz de una cebolla en cada diapositiva y clasificarlas
correctamente. No podíamos consultar los libros. En veinte minutos, el profesor
iba a visitar cada mesa para verificar quiénes habían aprobado.
"Eso es más avanzado de lo que acostumbra," suspiró Edward - eso todavía no sería difícil para él y el señor Banner se ha decepcionado siempre cuando se le ocurría algo como esto y los Cullen eran todavía capaces de hacerlo sin problemas
"Eso es más avanzado de lo que acostumbra," suspiró Edward - eso todavía no sería difícil para él y el señor Banner se ha decepcionado siempre cuando se le ocurría algo como esto y los Cullen eran todavía capaces de hacerlo sin problemas
—Empezad —ordenó.
— ¿Las damas primero, compañera? —preguntó
Edward.
Alcé la vista y le vi esbozar una sonrisa
burlona tan arrebatadora que sólo pude contemplarle como una tonta.
—Puedo empezar yo si lo deseas.
La sonrisa de Edward se desvaneció. Sin
duda, se estaba preguntando si yo era mentalmente capaz.
—No —dije, sonrojada——, yo lo hago.
Me lucí un poquito. Ya había hecho esta
práctica y sabía qué tenía que buscar.
"Interesante, creo que
ella es muy inteligente", dijo Carlisle.
"Creo que ya nos dimos cuenta de eso", dijo Edward.
"Supongo, pero parece que lo es en lo académico, así como lo es en lo perceptivo", se encogió de hombros Carlisle
"Creo que ya nos dimos cuenta de eso", dijo Edward.
"Supongo, pero parece que lo es en lo académico, así como lo es en lo perceptivo", se encogió de hombros Carlisle
Debería resultarme sencillo. Coloqué la
primera diapositiva bajo el microscopio y ajusté rápidamente el campo de visión
del objetivo a 40X. Examiné la capa durante unos segundos.
—Profase —afirmé con aplomo.
— ¿Te importa si lo miro? —me preguntó
cuando empezaba a quitar la diapositiva. Me tomó la mano para detenerme
mientras formulaba la pregunta.
Tenía los dedos fríos como témpanos, como
si los hubiera metido en un ventisquero antes de la clase,
"Eso no fue inteligente de
mí parte", Edward frunció el ceño.
"Por lo menos era un día de nieve – quizás puedas salirte con la yuya", dijo Jasper
"Por lo menos era un día de nieve – quizás puedas salirte con la yuya", dijo Jasper
pero no retiré la mano con brusquedad por ese motivo. Cuando
me tocó, la mano me ardió igual que si entre nosotros pasara una corriente
eléctrica.
“Eso es interesante", dijo
Carlisle levantar la ceja. "Nunca he oído hablar de algo como eso antes.
Me pregunto si también lo sentiste, o solo ella."
"No sé", dijo Edward. "Me pregunto que significa."
"No sé", dijo Edward. "Me pregunto que significa."
—Lo siento —musitó y retiró la mano de
inmediato, pero alcanzó el microscopio. Lo miré atolondrada mientras examinaba
la diapositiva en menos tiempo aún del que yo había necesitado.
—Profase —asintió, y lo escribió con
esmero en el primer espacio de nuestra hoja de trabajo. Sustituyó con velocidad
la primera diapositiva por la segunda y le echó un vistazo por encima.
—Anafase —murmuró, y lo anotó mientras
hablaba.
Procuré que mi voz sonara indiferente.
— ¿Puedo?
"Ella todavía quiere participar", dijo Jasper, levantando la ceja. "Esto es extraño, los seres humanos normalmente se dan por vencido tan pronto como estamos involucrados. Sin embargo, sólo han pasado unos minutos y ella no se aleja. Supongo que no es demasiado extraño."
"Olvídense de eso", dijo Emmett. "Ella piensa que él está equivocado. Eddy no está mal".
"Tal vez sólo quiere ver la diapositiva", sugirió Esme.
"Ella todavía quiere participar", dijo Jasper, levantando la ceja. "Esto es extraño, los seres humanos normalmente se dan por vencido tan pronto como estamos involucrados. Sin embargo, sólo han pasado unos minutos y ella no se aleja. Supongo que no es demasiado extraño."
"Olvídense de eso", dijo Emmett. "Ella piensa que él está equivocado. Eddy no está mal".
"Tal vez sólo quiere ver la diapositiva", sugirió Esme.
Esbozó una sonrisa burlona y empujó el
microscopio hacia mí.
Miré por la lente con avidez, pero me
llevé un chasco. ¡Maldición! Había acertado.
"No, ella quería que te
equivocaras", se rió Emmett.
— ¿Me pasas la diapositiva número tres?
—extendí la mano sin mirarle.
Me la entregó, esta vez con cuidado para
no rozarme la piel.
Tal vez yo también lo
siento?", se preguntó Edward.
"O te has dado cuenta de
su reacción adversa", aporto Carlisle
Le dirigí la mirada más fugaz posible al
decir:
—Interfase.
Le pasé el microscopio antes de que me lo
pudiera pedir. Echó un vistazo y luego lo apuntó. Lo hubiera escrito mientras
él miraba por el microscopio, pero me acobardó su caligrafía clara y elegante.
No quise estropear la hoja con mis torpes garabatos.
Acabamos antes que todos los demás. Vi
cómo Mike y su compañera comparaban dos diapositivas una y otra vez y cómo otra
pareja abría un libro debajo de la mesa.
Pero eso me dejaba sin otra cosa que
hacer, excepto intentar no mirar a Edward... sin éxito. Lo hice de reojo. De
nuevo me estaba observando con ese punto de frustración en la mirada.
"La estas mirando así de
nuevo", dijo Esme extraordinariamente duras.
“Dijo que con frustración", dijo Edward. "Hay algo en ella que no... Pero no entiendo por qué siquiera me importa - con su olor tan bueno para mí yo creo que no quiero ninguna interacción con ella, además de lo necesario. “Agregó la última parte debido al brillo de Esme.
“Dijo que con frustración", dijo Edward. "Hay algo en ella que no... Pero no entiendo por qué siquiera me importa - con su olor tan bueno para mí yo creo que no quiero ninguna interacción con ella, además de lo necesario. “Agregó la última parte debido al brillo de Esme.
De repente identifiqué cuál era la sutil
diferencia de su rostro.
— ¿Acabas de ponerte lentillas? —le solté
sin pensarlo.
“Oh, querido, se dio cuenta del
color diferente en tus ojos," dijo Esme.
"¿Por qué se está fijando, hasta en eso", dijo Jasper exasperado. "Los seres humanos no suelen mirar los ojos."
"No creo que Bella sea un ser humano promedio," dijo Alice. "Además, él le estaba dando una mirada de muerte la última vez ... no es difícil imaginar que iba a recordar eso."
"Supongo", se encogió de Jasper.
"¿Por qué se está fijando, hasta en eso", dijo Jasper exasperado. "Los seres humanos no suelen mirar los ojos."
"No creo que Bella sea un ser humano promedio," dijo Alice. "Además, él le estaba dando una mirada de muerte la última vez ... no es difícil imaginar que iba a recordar eso."
"Supongo", se encogió de Jasper.
Mi inesperada pregunta lo dejó perplejo.
"Desconcertado otra
vez", dijo Carlisle con cautela.
"Vale la pena venir aquí si Bella logra desconcertar a Eddy", sonrió Emmett. "Me gustaría haberlo visto."
"Vale la pena venir aquí si Bella logra desconcertar a Eddy", sonrió Emmett. "Me gustaría haberlo visto."
—No.
"Esa no es la respuesta
correcta", suspiró Jasper.
"Ella no estaba pensando en la razón detrás de la pregunta, ¿cómo iba yo a saber?" Edward dijo frustrado.
"Ella no estaba pensando en la razón detrás de la pregunta, ¿cómo iba yo a saber?" Edward dijo frustrado.
—Vaya —musité—. Te veo los ojos distintos.
Se encogió de hombros y desvió la mirada.
De hecho, estaba segura de que habían
cambiado. Recordaba vívidamente el intenso color negro de sus ojos la última
vez que me miró colérico. Un negro que destacaba sobre la tez pálida y el pelo
cobrizo. Hoy tenían un color totalmente distinto, eran de ocre extraño, más
oscuro que un caramelo, pero con un matiz dorado. No entendía cómo podían haber
cambiado tanto a no ser que, por algún motivo, me mintiera respecto a las
lentillas. O tal vez Forks me estaba volviendo loca en el sentido literal de la
palabra.
"Ella rechaza sus teorías
viables demasiado rápido", dijo Carlisle. "Pero supongo que es una
buena cosa que ella crea en la mentira".
"No creo que realmente las rechace", dijo Edward con cautela. "Aunque, por ahora estoy contento con que las dejar pasar."
"No creo que realmente las rechace", dijo Edward con cautela. "Aunque, por ahora estoy contento con que las dejar pasar."
Observé que volvía a apretar los puños al bajar
la vista. En aquel momento el profesor Banner llegó a nuestra mesa para ver por
qué no estábamos trabajando y echó un vistazo a nuestra hoja, ya rellena.
Entonces miró con más detenimiento las respuestas.
—En fin, Edward, ¿no crees que deberías
dejar que Isabella también mirase por el microscopio?
"Él debe asumir que ella no es capaz de hacer lo mismo," dijo Edward inmediatamente.
"¿No estás siendo demasiado defensivo con ella?", sonrió Emmett.
"Ella es inteligente," dijo Edward rápidamente, pero se contuvo de decir más - su hermano estaba tratando de atraparlo.
"Él debe asumir que ella no es capaz de hacer lo mismo," dijo Edward inmediatamente.
"¿No estás siendo demasiado defensivo con ella?", sonrió Emmett.
"Ella es inteligente," dijo Edward rápidamente, pero se contuvo de decir más - su hermano estaba tratando de atraparlo.
—Bella —le corrigió él automáticamente—.
En realidad, ella identificó tres de las cinco diapositivas.
El señor Banner me miró ahora con una
expresión escéptica.
— ¿Has hecho antes esta práctica de
laboratorio? —preguntó.
Sonreí con timidez.
—Con la raíz de una cebolla, no.
— ¿Con una blástula de pescado blanco?
—Sí.
El señor Banner asintió con la cabeza.
— ¿Estabas en un curso avanzado en
Phoenix?
—Sí.
—Bueno —dijo después de una pausa—.
Supongo que es bueno que ambos seáis compañeros de laboratorio.
Murmuró algo más mientras se alejaba. Una
vez que se fue, comencé a garabatear de nuevo en mi cuaderno.
—Es una lástima, lo de la nieve, ¿no?
—preguntó Edward.
"El tiempo, Edward,"
dijo Alice, sacudiendo la cabeza. "Honestamente estás hablando con ella
sobre el clima?."
Me pareció que se esforzaba por conversar
un poco conmigo. La paranoia volvió a apoderarse de mí. Era como si hubiera
escuchado mi conversación con Jessica durante el almuerzo e intentara demostrar
que me equivocaba.
"Es extraño lo mucho que
percibe", dijo Jasper incómodo
—En realidad, no —le contesté con
sinceridad en lugar de fingir que era tan normal como el resto. Seguía
intentando desembarazarme de aquella estúpida sensación de sospecha, y no
lograba concentrarme.
—A ti no te gusta el frío.
No era una pregunta.
—Tampoco la humedad —le respondí.
—Para ti, debe de ser difícil vivir en
Forks —concluyó.
—Ni te lo imaginas —murmuré con
desaliento.
Por algún motivo que no pude alcanzar,
parecía fascinado con lo que acababa de decir.
"Eh... eso es
extraño", dijo Emmett confundido.
"Debo de estar preguntándome por qué vino a vivir entonces," sugirió Edward duda.
"Debo de estar preguntándome por qué vino a vivir entonces," sugirió Edward duda.
Su rostro me turbaba de tal modo que
intenté no mirarle más de lo que exigía la buena educación.
—En tal caso, ¿por qué viniste aquí?
“Ves," dijo Edward con aire de suficiencia.
"Eso fue grosero Edward, no debe entrometerse así", advirtió Esme.
"Lo siento", suspiró Edward, su presunción se evaporo.
"Eso fue grosero Edward, no debe entrometerse así", advirtió Esme.
"Lo siento", suspiró Edward, su presunción se evaporo.
Nadie me había preguntado eso, no de forma
tan directa e imperiosa como él.
—Es... complicado.
—Creo que voy a poder seguirte —me instó.
Hice una larga pausa y entonces cometí el
error de mirar esos relucientes ojos oscuros que me confundían y le respondí
sin pensar.
—Mi madre se ha casado.
—No me parece tan complicado —discrepó,
pero de repente se mostraba simpático—. ¿Cuándo ha sucedido eso?
—El pasado mes de septiembre —mi voz
transmitía tristeza, hasta yo me daba cuenta.
—Pero él no te gusta —conjeturó Edward,
todavía con tono atento.
—No, Phil es un buen tipo. Demasiado
joven, quizá, pero amable.
— ¿Por qué no te quedaste con ellos?
No entendía su interés, pero me seguía
mirando con ojos penetrantes, como si la insulsa historia de mi vida fuera de
capital importancia.
—Phil viaja mucho. Es
jugador de béisbol profesional —casi sonreí.
Me pregunto quién es",
dijo Emmett, él siguía el béisbol al igual que Edward y Jasper.
— ¿Debería sonarme su nombre? —preguntó, y
me devolvió la sonrisa.
—Probablemente no. No juega bien. Sólo
compite en la liga menor. Pasa mucho tiempo fuera.
—Y tu madre te envió aquí para poder
viajar con él —fue de nuevo una afirmación, no una pregunta.
“Incorrecto, su madre quería
que se quedara", dijo Emmett.
"La mayor parte", aclaró Eduardo. "Pero una parte de ella quería quedarse con su nuevo marido." El sacrificio de sus ojos "Yo creo que por eso Bella tomó la decisión de venir aquí."
"La mayor parte", aclaró Eduardo. "Pero una parte de ella quería quedarse con su nuevo marido." El sacrificio de sus ojos "Yo creo que por eso Bella tomó la decisión de venir aquí."
Alcé ligeramente la barbilla.
—No, no me envió aquí. Fue cosa mía.
"No le gusta que hagas
suposiciones", se rió Emmett. "Deja de ser tan lo sabe todo."
Frunció el ceño.
—No lo entiendo —confesó, y pareció
frustrado.
"De nuevo", dijo Emmett.
"Tres en un día."
Suspiré. ¿Por qué le explicaba todo
aquello? Continuaba contemplándome con una manifiesta curiosidad.
—Al principio, mamá se quedaba conmigo,
pero le echaba mucho de menos. La separación la hacía desdichada, por lo que
decidí que había llegado el momento de venir a vivir con Charlie —concluí con
voz apagada.
—Pero ahora tú eres desgraciada —señaló.
— ¿Y? —repliqué con voz desafiante.
"Es desinteresada",
dijo Edward, sonriendo, y sacudió la cabeza. "Ella coloca la felicidad de
otras personas por encima de la suya."
—No parece demasiado justo.
Se encogió de hombros, aunque su mirada
todavía era intensa. Me reí sin alegría.
— ¿Es que no te lo ha dicho nadie? La vida
no es justa.
“Hmph," dijo Edward,
sonriendo. "Sí, he oído eso antes."
—Creo haberlo oído antes —admitió
secamente.
"Dejar de repetirte",
dijo Emmett.
—Bueno, eso es todo —insistí,
preguntándome por qué todavía me miraba con tanto interés.
Me evaluó con la mirada.
—Das el pego —dijo arrastrando las
palabras—, pero apostaría a que sufres más de lo que aparentas.
Edward, no le digas eso",
dijo Esme. "Ella no quiere que nadie sepa que está sufriendo."
"Lo siento, no creo que yo
lo sepa todavía", se encogió de Edward.
Le hice una mueca, resistí el impulso de
sacarle la lengua como una niña de cinco años, y desvié la vista.
— ¿Me equivoco?
Traté de ignorarlo.
—Creo que no —murmuró con suficiencia.
— ¿Y a ti qué te importa? —pregunté
irritada.
"En serio, Eddy es
realmente molesto cuando se comporta así," dijo Emmett.
"Pero es una buena pregunta ¿por qué te importa?" Preguntó Jasper.
"No sé", dijo Edward. "Nunca he estado en una pequeña charla
"Pero es una buena pregunta ¿por qué te importa?" Preguntó Jasper.
"No sé", dijo Edward. "Nunca he estado en una pequeña charla
Desvié la mirada y contemplé al profesor
deteniéndose en otras mesas.
—Muy buena pregunta —musitó en voz tan
baja que me pregunté si hablaba consigo mismo; pero, después de unos segundos
de silencio, comprendí que era la única respuesta que iba a obtener.
Suspiré, mirando enfurruñada la pizarra.
— ¿Te molesto? —preguntó. Parecía
divertido.
Le miré sin pensar y otra vez le dije la
verdad.
—No exactamente. Estoy más molesta
conmigo. Es fácil ver lo que
pienso. Mi madre me dice que soy un libro
abierto.
Fruncí el ceño.
—Nada de eso, me cuesta leerte el
pensamiento.
A pesar de todo lo que yo había dicho y él
había intuido, parecía sincero.
"¿Qué significa eso?"
Carlisle dijo.
"No sé", dijo Edward mirando casi alarmado.
"No sé", dijo Edward mirando casi alarmado.
—Ah, será que eres un buen lector de
mentes —contesté.
—Por lo general, sí —exhibió unos dientes
perfectos y blancos al sonreír.
"Realmente me confundes
ahí, Edward," dijo Carlisle con el ceño fruncido las cejas. "Tanto en
tus acciones y palabras."
"Tú y yo, ambos Carlisle," dijo Edward. "Pero creo que la imagen de la sonrisa, al menos es para hacer entender Bella – con su instinto -. que se mantenga alejada de mí"
"Sí, pero la otra parte", dijo Carlisle todavía frunciendo el ceño. "Parece que podría referirse a tu don, pero ¿por qué y cómo todavía se me escapa?"
"Tú y yo, ambos Carlisle," dijo Edward. "Pero creo que la imagen de la sonrisa, al menos es para hacer entender Bella – con su instinto -. que se mantenga alejada de mí"
"Sí, pero la otra parte", dijo Carlisle todavía frunciendo el ceño. "Parece que podría referirse a tu don, pero ¿por qué y cómo todavía se me escapa?"
El señor Banner llamó al orden a la clase
en ese momento, le miré y escuché con alivio. No me podía creer que acabara de
contarle mi deprimente vida a aquel chico guapo y estrafalario que tal vez me
despreciara. Durante nuestra conversación había parecido absorto, pero ahora,
al mirarlo de soslayo, le vi inclinarse de nuevo para poner la máxima distancia
entre nosotros y agarrar el borde de la mesa, con las manos tensas.
Traté de fingir atención mientras el señor
Banner mostraba con transparencias del retroproyector lo que yo había visto sin
dificultad en el microscopio, pero era incapaz de controlar mis pensamientos.
Cuando al fin el timbre sonó, Edward se
apresuró a salir del aula con la misma rapidez y elegancia del pasado lunes. Y, como el lunes pasado, le miré fijamente.
“Y lo estabas haciendo tan
bien", dijo Rosalie con un poco de molestia. "Acabas de arruinar todo
el trabajo duro que acabas de hacer."
Mike acudió brincando a mi lado y me recogió
los libros. Le imaginé meneando el rabo.
"Brillante", estalló
Emmett, riendo.
— ¡Qué rollo! —gimió—. Todas las
diapositivas eran exactamente iguales. ¡Qué suerte tener a Cullen como
compañero!
—No tuve ninguna dificultad —dije, picada
por su suposición,
“ella
odia las suposiciones falsas” dijo Emmett riendo otra vez.
pero me arrepentí inmediatamente y antes
de que se molestara añadí— Es que ya he hecho esta práctica.
"Y se apresura a
tranquilizar a los demás", Esme sonrió
—Hoy Cullen estuvo bastante amable
—comentó mientras nos poníamos los impermeables. No parecía demasiado
complacido.
Intenté mostrar indiferencia y dije:
—Me pregunto qué mosca le picaría el
lunes.
No presté ninguna atención a la cháchara
de Mike mientras nos encaminábamos hacia el gimnasio y tampoco estuve atenta en
clase de Educación física. Mike formaba parte de mi equipo ese día y muy
caballerosamente cubrió tanto mi posición como la suya, por lo que pude pasar
el tiempo pensando en las musarañas salvo cuando me tocaba sacar a mí. Mis
compañeros de equipo se agachaban rápidamente cada vez que me tocaba servir.
La lluvia se había convertido en niebla
cuando anduve hacia el aparcamiento, pero me sentí mejor al entrar en la seca
cabina del monovolumen. Encendí la calefacción sin que, por una vez, me
importase el ruido del motor, que tanto me atontaba. Abrí la cremallera del
impermeable, bajé la capucha y ahuequé mi pelo mojado para que se secara
mientras volvía a casa.
Miré alrededor antes de dar marcha atrás.
Fue entonces cuando me percaté de una figura blanca e inmóvil, la de Edward
Cullen, que se apoyaba en la puerta delantera del Volvo a unos tres coches de
distancia y me miraba fijamente.
Siempre te
quedas en el coche para esperarnos", dijo Jasper, confundido por el extraño
comportamiento de Edward.
"Pero así él no podría mirar a Bella de esa manera", sonrió Emmett.
"Pero así él no podría mirar a Bella de esa manera", sonrió Emmett.
Aparté la vista y metí la marcha atrás tan
deprisa que estuve a punto de chocar contra un Toyota Corola oxidado. Fue una
suerte para el Toyota que pisara el freno con fuerza. Era
la clase de coche que mi monovolumen podía reducir a chatarra. Respiré hondo,
aún con la vista al otro lado de mi coche, y volví a meter la marcha con más
cuidado y éxito. Seguía con la mirada hacia delante cuando pasé junto al Volvo,
pero juraría que lo vi reírse cuando le miré de soslayo.
“Probablemente
sí", dijo Edward.
"Yo sé que sí," se rió Emmett.
"Ese fue el final del capítulo," dijo Edward.
"Mi turno", dijo Emmett tomando el libro.
"Yo sé que sí," se rió Emmett.
"Ese fue el final del capítulo," dijo Edward.
"Mi turno", dijo Emmett tomando el libro.
YYYY??? Les gusto??? No les gusto??? Ya saben, me dejan un
comentario y me hacen saber su opinión :)
6 comentarios:
Nerukilla:
Me encanta las historias,espero que puedas traducir todos los libros y no tengas problemas con el blog. :P
Mordiscos
como t dije en el cap anterior... comentaria casi todos los capis en defecto d q no los comente todos... nos leemos en el siguiente cap!!;)
lo amooooooooooooo!!!!
jaja es entretenido ver las reacciones de Edward, a de ser muy embarazoso que lean eso jaja xD
Por lo menos si fuera yo :)
Gracias!!
Una pequeña sugerencia, podrías colocar los enlaces despues de los capitulos para el siguiente capitulo???
¿Por favor?
Si no lo sabes.. te puedo decir como hacerlo :D
Es más facil para uno que lee!
hum.. te he comentado en FB a tu nueva historia "5 centimetros" y tambien te he agregado y comentado en FF.. Me llama igual en todos lados, Wanderer.
¡Besos!
Muchas gracias
Me gusta mucho las historias así que los cullen leen los libros.
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