Aviso: Los libros aquí transcriptos y los personajes
pertenecen a Stephenie Meyer y la historia original “Reading Twilight” a
Choices HP, yo solo la traduzco, todo esto es sin ánimos de lucro, solo
por mero entretenimiento.
“El ángel” leyó
Emmett "Creo que
eres tu", murmuró con una sonrisa de satisfacción, “por fin has
llegado” y empezó a leer otra vez sin
dejar de sonreír.
Mientras iba a la
deriva, soñé.
En el lugar donde
flotaba, debajo de las aguas negras, oí el sonido más feliz que mi mente podía
conjurar, el más hermoso, el único que podía elevarme el espíritu y a la vez,
el más espantoso. Era otro gruñido, un rugido salvaje y profundo, impregnado de
la más terrible ira.
"Ella esta realmente soñando o está
sucediendo?" Carlisle fue capaz de decir.
"Es probable que sea real y que por fin Edward haya
llegado" dijo Jasper
"Espero que estés bien", masculló Esme.
"Espero que estés bien", masculló Esme.
El dolor agudo que
traspasaba mi mano alzada me trajo de vuelta, casi hasta la superficie, pero no
era un camino de regreso lo bastante amplio para que me permitiera abrir los
ojos.
Entonces, supe que
estaba muerta...
... porque oí la voz
de un ángel pronunciando mi nombre a través del agua densa, llamándome al único
cielo que yo anhelaba.
— ¡Oh no, Bella, no!
—gritó la voz horrorizada del ángel.
"Angel", dijo Edward abatido, como si nunca
hubiera oído una descripción peor de sí mismo, un angel no lastimaba a la
persona que ama, porque si Bella estaba asi, solo era su culpa.
Se produjo un ruido,
un terrible tumulto que me asustó detrás de aquel sonido anhelado. Un gruñido
grave y despiadado, un sonido seco, espantoso y un lamento lleno de agonía, que
repentinamente se quebró...
Jasper sonrio, esperaba tener algo que ver con la muerte de James en
el libro, porque en esta realidad el mismo se encargaría de el.
"Bien," murmuró Edward, sabiendo que
significaba que James estaba siendo destrozado y lo más probable que también
quemado. Pero su satisfacción desapareció rápidamente dando paso a la
desesperación de nuevo.
Yo en cambio decidí
concentrarme en la voz del ángel.
— ¡Bella, por favor!
¡Bella, escúchame; por favor, por favor, Bella, por favor! —suplicaba.
Sí, quise responderle.
Quería decirle algo, cualquier cosa, pero no encontraba los labios.
— ¡Carlisle! —Llamó el
ángel con su voz perfecta cargada de angustia—. ¡Bella, Bella, no, oh, no, por
favor, no, no!
El ángel empezó a
sollozar sin lágrimas, roto de dolor.
El Edward de la sala parecía en las mismas condiciones, solo esperando
a que la lectura dijera que Bella no sobreviviría a tamañas heridas.
Un ángel no debería
llorar, eso no está bien. Intenté ponerme en contacto con él, decirle que todo
iba a salir bien, pero las aguas eran tan profundas que me aprisionaban y no
podía respirar.
Sentí un punto de
dolor taladrarme la cabeza. Dolía mucho, pero entonces, mientras ese dolor
irrumpía a través de la oscuridad para llegar hasta mí, acudieron otros mucho
más fuertes. Grité mientras intentaba aspirar aire y emerger de golpe del
estanque oscuro.
— ¡Bella! —gritó el
ángel.
—Ha perdido algo de
sangre, pero la herida no es muy profunda —explicaba una voz tranquila
"Eso es bueno, va a sobrevivir", suspiró
Carlisle audiblemente, a pesar de que todavía estaba horrorizado por todo lo
que estaba pasando.
Todos sonrieron, sin excepción a nadie, si Carlisle lo
decía, era porque asi era.
—Echa una ojeada a su
pierna, está rota.
El ángel reprimió en
los labios un aullido de ira.
Sentí una punzada
aguda en el costado. Aquel lugar no era el cielo, más bien no. Había demasiado
dolor aquí para que lo fuera.
—Y me temo que también
lo estén algunas costillas —continuó la voz serena de forma metódica.
Aquellos dolores
agudos iban remitiendo. Sin embargo, apareció uno nuevo, una quemazón en la
mano que anulaba a todos los demás.
Alguien me estaba
quemando.
"NO", gritó Edward, el alivio que había sentido
hace unos momentos fue completamente eclipsado por el dolor que sentía ahora.
"Va a estar bien, Edward," dijo Alice “Esto es lo mejor”
"No", repitió Edward, mirándola. Su mirada estaba enfurecida. "No voy a permitir que esto suceda."
"Lo siento", dijo Alice “Pero no cambiare de opinión”
"Va a estar bien, Edward," dijo Alice “Esto es lo mejor”
"No", repitió Edward, mirándola. Su mirada estaba enfurecida. "No voy a permitir que esto suceda."
"Lo siento", dijo Alice “Pero no cambiare de opinión”
—Edward
—intenté decirle, pero mi voz sonaba pastosa y débil. Ni yo era capaz de
entenderme.
—Bella, te vas a poner
bien. ¿Puedes oírme, Bella? Te amo.
—Edward —lo intenté de
nuevo, parecía que se me iba aclarando la voz.
—Sí, estoy aquí.
—Me duele —me quejé.
—Lo sé, Bella, lo sé —
"No, no lo se", sollozaba Edward.
“Tranquilo hijo” Esme trataba de consolarlo sin éxito.
entonces, a lo lejos,
le escuché preguntar angustiado—. ¿No puedes hacer nada?
—Mi maletín, por
favor... No respires, Alice, eso te ayudará —aseguró Carlisle.
“Es bueno saber que puedo estar con Bella en estos momentos” dijo
Alice sonriendo.
— ¿Alice? —gemí.
—Está aquí, fue ella
la que supo dónde podíamos encontrarte.
—Me duele la mano —intenté
decirle.
—Lo sé, Bella,
Carlisle te administrará algo que te calme el dolor.
— ¡Me arde la mano!
—conseguí gritar, saliendo al fin de la oscuridad y pestañeando sin cesar.
No podía verle la cara
porque una cálida oscuridad me empañaba los ojos. ¿Por qué no veían el fuego y
lo apagaban?
Edward se congelo, el dolor parecía estar consumiéndolo
por centro. Si sentía el fuego, no quedaba mucho tiempo para que inicie la
conversión, pero… ¿no sería lo mejor que los dos estén en mismas condiciones?
¿No sería lo mejor que ella se convirtiera para pasar juntos en la eternidad?
La indecisión hacía estragos en su interior, el quería que ella sea humana ,
pero también que se convirtiera, ¿Qué estaba bien y que mal?
¡No! Ella debía continuar con su vida humana, como
debería haber sido si el no hubiera aparecido en su vida para complicar las
cosas.
La voz de Edward sonó
asustada.
— ¿Bella?
— ¡Fuego! ¡Que alguien
apague el fuego! —grité mientras sentía cómo me quemaba.
— ¡Carlisle! ¡La mano!
—La ha mordido.
La voz de Carlisle
había perdido la calma, estaba horrorizado. Oí cómo Edward se quedaba sin
respiración, del espanto.
Todos se quejaron, a pesar de que sabían lo que había pasado,
que Carlisle perdiera la calma era un mal augurio.
—Edward, tienes que
hacerlo —dijo Alice, cerca de mi cabeza; sus dedos fríos me limpiaron las
lágrimas.
— ¡No! —rugió él.
—Alice —gemí.
—Hay otra posibilidad
—intervino Carlisle.
— ¿Cuál? —suplicó
Edward.
—Intenta succionar la
ponzoña, la herida es bastante limpia.
Sí", vitoreó Edward con alegría. "Ella no
tendrá que cambiar si tu la ayudas".
"No," dijo Carlisle. "Tú debes succionar el veneno ".
“¡Yo?????!" Edward dijo, completamente conmocionado. "¿Por qué yo? No puedo siquiera probar su sangre... no la de ella."
"Tu eres capaz de hacerlo... ella tiene múltiples lesiones, después de todo y no le has hecho nada", dijo Carlisle. "Además ninguno de los otros tienen la fuerza para detenerse".
"Y tú crees que yo si?" Edward dijo con enojo. "¿Sabes lo que su sangre es para mí ...! No hay manera de que pueda hacerlo!"
"Incluso si la sangre de Bella no te atrajera de esa manera, tu serías el único capaz de hacerlo", dijo Carlisle con voz convincente y racional. "Y tengo entendido, al menos en teoría, cuanto su sangre te llama, Edward. Creo que tu amor será lo suficientemente fuerte como para salvarla."
"Yo .." Edward dijo, lo había tomado desprevenido.
"Tu la vas a salvar", repitió Carlisle.
"Sé que puedes," dijo Esme, de acuerdo con su esposo por completo.
"No," dijo Carlisle. "Tú debes succionar el veneno ".
“¡Yo?????!" Edward dijo, completamente conmocionado. "¿Por qué yo? No puedo siquiera probar su sangre... no la de ella."
"Tu eres capaz de hacerlo... ella tiene múltiples lesiones, después de todo y no le has hecho nada", dijo Carlisle. "Además ninguno de los otros tienen la fuerza para detenerse".
"Y tú crees que yo si?" Edward dijo con enojo. "¿Sabes lo que su sangre es para mí ...! No hay manera de que pueda hacerlo!"
"Incluso si la sangre de Bella no te atrajera de esa manera, tu serías el único capaz de hacerlo", dijo Carlisle con voz convincente y racional. "Y tengo entendido, al menos en teoría, cuanto su sangre te llama, Edward. Creo que tu amor será lo suficientemente fuerte como para salvarla."
"Yo .." Edward dijo, lo había tomado desprevenido.
"Tu la vas a salvar", repitió Carlisle.
"Sé que puedes," dijo Esme, de acuerdo con su esposo por completo.
Mientras Carlisle
hablaba podía sentir cómo aumentaba la presión en mi cabeza, y algo pinchaba y
tiraba de la piel. El dolor que esto me provocaba desaparecía ante la quemazón
de la mano.
— ¿Funcionará? —Alice
parecía tensa.
—No lo sé —reconoció
Carlisle—, pero hay que darse prisa.
—Carlisle, yo...
—Edward vaciló—. No sé si voy a ser capaz de hacerlo.
“Ves” dijo Edward aun un poco enojado
“si el Edward del libro que ha estado con ella y se acostumbro a su
sangre duda, es porque no es lo mejor”
“Tu puedes” le dijo Rosalie “Estoy segura que la amas, y que sabes que
lo mejor es que ella siga siendo humana”
La angustia había
aparecido de nuevo en la voz del ángel.
—Sea lo que sea, es tu
decisión, Edward. No puedo ayudarte. Debemos cortar la hemorragia si vas a
sacarle sangre de la mano.
Me retorcí prisionera
de esta ardiente tortura, y el movimiento hizo que el dolor de la pierna
llameara de forma escalofriante.
— ¡Edward! —grité y me
di cuenta de que había cerrado los ojos de nuevo. Los abrí, desesperada por
volver a ver su rostro y allí estaba. Por fin pude ver su cara perfecta,
mirándome fijamente, crispada en una máscara de indecisión y pena.
—Alice, encuentra algo
para que le entablille la pierna —Carlisle seguía inclinado sobre mí, haciendo
algo en mi cabeza—. Edward, has de hacerlo ya o será demasiado tarde.
"Debes hacerlo Edward, va a funcionar", murmuró
Carlisle, esta vez tratando de animar a los Edward. "La mente domina la
materia, recuerda."
"No es tan sencillo", respondió Edward, pero él también parecía estar rezando para que el Edward del libro hiciera lo que Carlisle decía. Si funcionaba Bella seguiría humana y si fallaba el ya había pensado lo que haría.
"No es tan sencillo", respondió Edward, pero él también parecía estar rezando para que el Edward del libro hiciera lo que Carlisle decía. Si funcionaba Bella seguiría humana y si fallaba el ya había pensado lo que haría.
El rostro de Edward se
veía demacrado. Le miré a los ojos y al fin la duda se vio sustituida por una
determinación inquebrantable. Apretó las mandíbulas y sentí sus dedos fuertes y
frescos en mi mano ardiente, colocándola con cuidado. Entonces inclinó la
cabeza sobre ella y sus labios fríos presionaron contra mi piel.
El dolor empeoró.
Aullé y me debatí entre las manos heladas que me sujetaban. Oí hablar a Alice,
que intentaba calmarme. Algo pesado
me inmovilizó la pierna contra el suelo y Carlisle me sujetó la cabeza en el
torno de sus brazos de piedra.
Entonces, despacio,
dejé de retorcerme conforme la mano se me entumecía más y más. El fuego se
había convertido en un rescoldo mortecino que se concentraba en un punto más
pequeño.
"Está funcionando", dijo Carlisle. "Estoy
orgulloso de ti hijo".
“Aun puedo perder el control” dijo Edward pero un atisbo de sonrisa aparecía en su rostro.
“Aun puedo perder el control” dijo Edward pero un atisbo de sonrisa aparecía en su rostro.
Y mientras el dolor
desaparecía, sentí cómo perdía la conciencia, deslizándome hacia alguna parte.
Me aterraba volver a aquellas aguas negras y perderme de nuevo en la oscuridad.
—Edward —intenté
decir, pero no conseguí escuchar mi propia voz, aunque ellos sí parecieron
oírme.
—Está aquí a tu lado,
Bella.
—Quédate, Edward,
quédate conmigo...
—Aquí estoy.
Parecía agotado, pero
triunfante.
"Lo hice", dijo Edward en un tono de triunfo
que estaba seguro era el mismo que el de su libro.
Suspiré satisfecha. El
fuego se había apagado y los otros dolores se habían mitigado mientras el sopor
se extendía por todo mi cuerpo.
— ¿Has extraído toda
la ponzoña? —preguntó Carlisle desde un lugar muy, muy lejano.
—La sangre está limpia
—dijo Edward con serenidad—. Puedo sentir el sabor de la morfina.
— ¿Bella? —me llamó
Carlisle.
Hice un esfuerzo por
contestarle.
— ¿Mmm?
— ¿Ya no notas la
quemazón?
—No —suspiré—.
Gracias, Edward.
—Te quiero —contestó
él.
—Lo sé —inspiré aire,
me sentía tan cansada...
"No, tienes que decir “yo también” para que Eddy se tranquilice,"
se rió Emmett, esta vez de verdad, ya que era claro que Bella iba a estar bien.
Edward frunció el ceño, aunque después de los últimos capítulos, su ceño ya no era tan profundo, es mas casi sonreía.
Edward frunció el ceño, aunque después de los últimos capítulos, su ceño ya no era tan profundo, es mas casi sonreía.
Y entonces escuché mi
sonido favorito sobre cualquier otro en el mundo: la risa tranquila de Edward,
temblando de alivio.
— ¿Bella? —me preguntó
Carlisle de nuevo. Fruncí el entrecejo, quería dormir.
"Lo siento", dijo Carlisle riendo.
— ¿Qué?
— ¿Dónde está tu
madre?
—En Florida —suspiré
de nuevo—. Me engañó, Edward. Vio nuestros vídeos.
La indignación de mi
voz sonaba lastimosamente débil...
Pero eso me lo
recordó.
—Alice —intenté abrir
los ojos—. Alice, el vídeo... Él te conocía, conocía tu procedencia—
"Esta medio muerta y aun se preocupa por los demás",
dijo Edward, esta vez sonriendo.
"Pero así es como la quieres," Alice le sonrió.
"Es verdad," se rió Edward. "Incluso después de lo que me acaba de hacer pasar”.
"Pero así es como la quieres," Alice le sonrió.
"Es verdad," se rió Edward. "Incluso después de lo que me acaba de hacer pasar”.
quería decírselo todo
de una vez, pero mi voz se iba debilitando. Me sobrepuse a la bruma de mi mente
para añadir—: Huelo gasolina.
—Es hora de llevársela
—dijo Carlisle.
—No, quiero dormir
—protesté.
—Duérmete, mi vida, yo
te llevaré —me tranquilizó Edward.
Y entonces me tomó en
sus brazos, acunada contra su pecho, y floté, sin dolor ya.
Las últimas palabras
que oí fueron:
—Duérmete ya, Bella.
"Ese es el final del capítulo", dijo Emmett.
"Quiero leer", dijo Edward, sosteniendo su mano para que Emmett le pasara el libro. "Ahora que sé que ella está bien creo que puedo manejar la lectura."
"Quiero leer", dijo Edward, sosteniendo su mano para que Emmett le pasara el libro. "Ahora que sé que ella está bien creo que puedo manejar la lectura."
YYYY???? Que tal quedo? Les
gusto???? Para mi fue muy corto u.u
2 comentarios:
Lo amé. Éste Edward preocupado y awww. Amé éste cap y el original también.
Me gustó un montón
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