Aviso: Los libros aquí transcriptos y los personajes pertenecen a Stephenie Meyer y la historia original “Reading Breaking Dawn” a Choices HP, yo solo la traduzco, todo esto es sin ánimos de lucro, solo por mero entretenimiento.
Traducción: Cary0605
“Las dos primeras cosas de las lista de «lo que jamás querría hacer»”
leyó Jasper.
La manada comenzó
a avanzar en
formación siguiendo las
órdenes de Sam mientras yo continuaba en el suelo. Embry
y Quil me flanqueaban a la espera de que me recobrara y marcara el ritmo.
Sentí la urgencia y la necesidad de ponerme en pie y liderarlos. La
compulsión fue en aumento por mucho
que intentara reprimirla
allí, en el
suelo, encogido y con
náuseas.
Embry me lloriqueó
quedamente al oído.
Él no quería
pensar las palabras, temeroso de atraer otra vez hacia
mí la atención de Sam. Percibí la muda súplica de que me levantara, me
sobrepusiera y acabara con aquello de una vez.
"No es tan fácil cuando sabes que estás obligado a
hacer lo incorrecto", dijo Alice.
Los componentes de la manada
sentían pánico, no tanto por
ellos mismos, sino por el
conjunto. No se nos pasaba por la imaginación que todos fuéramos a salir con vida de
aquella noche.
"Nosotros..." Jasper suspiró, pero se contuvo
de decir algo más. Lo mismo sería cierto para ellos.
¿Qué hermanos íbamos
a perder? ¿Qué
personalidades se perderían para
siempre? ¿A qué familias deberíamos consolar al día siguiente?
"Piénsalo mejor y detén esto ahora," Esme se
declaró, sabiendo que era inútil.
Mi mente comenzó a razonar al ritmo de los demás y a pensar al
unísono mientras íbamos capeando esos miedos. Me incorporé de inmediato y
enderecé el pelaje.
Embry y Quil lanzaron un resoplido de alivio. El segundo me tocó el
lomo una vez con el hocico.
El desafío de la misión y el cometido asignado ocuparon sus mentes.
Recordamos todos juntos las noches en
las cuales habíamos
observado las prácticas de lucha de los Cullen a fin de derrotar a los
neófitos. Emmett era el más fuerte, pero Jasper nos daría más problemas con
esos movimientos suyos tan similares al
zigzagueo de un relámpago: energía,
velocidad y muerte,
las tres en
uno. ¿Cuántos siglos
de experiencia podía tener? Los suficientes para que el resto de la
familia le contemplase como guía.
"Eso no lo convierte en el mejor peleador,"
Emmett hizo un mohín.
"Seamos realistas... es así," dijo Jasper,
tratando de absorber los sentimientos de Emmett hacia la pelea, y no del resto
de los sentimientos en la habitación.
Puedo lanzar un ataque
frontal si tú
prefieres el flanco, me ofreció Quil, mucho más entusiasmado que la mayoría de la
manada.
Quil llevaba muriéndose de
ganas de poner
a prueba sus
habilidades contra el vampiro desde aquellas clases nocturnas de
adiestramiento impartidas por Jasper. Él consideraba todo
esto como un
concurso, y no
iba a cambiar
de punto de
vista a pesar de saber que se
estaba jugando el pellejo.
"Es una buena manera de pensar en ello", dijo
Emmett.
"¿Cómo es que yo sabía que diría algo así?"
Jasper rodo los ojos.
Paul era otro que tal, y
también los jóvenes Collin y
Brady, que todavía no habían presenciado
una batalla. Seth habría pensado lo mismo que ellos si los oponentes no
hubieran sido amigos suyos.
"Quizás no, quizás el crio tiene más sentido
común", Emmett señaló.
¿Cómo quieres que le hagamos morder el polvo, Jake?, me preguntó Quil tras atraer
mi atención con el hocico.
Sólo logré sacudir
la cabeza, incapaz
de concentrarme en
nada. La compulsión para seguir las órdenes era tal que me sentía como un títere con alambres en todos los músculos del cuerpo. Debía dar un
paso y luego otro.
"Eso quiere decir qué él no va a ser de mucha
ayuda", dijo Jasper, pero no era verdad. Cuando la lucha comenzara, Jacob
defendería sus hermanos... incluso si él no estaba de acuerdo con el motivo de
la pelea.
Seth se vio arrastrado detrás de Collin y Brady, en un grupo donde Leah había asumido el papel
de cabecilla. Ignoró a Seth mientras
planeaba con los demás, y vi cómo le dejaba
fuera de la pelea. Había un punto
maternal en los sentimientos que profesaba
hacia su hermano pequeño, pues ella
deseaba que Sam le enviara a casa. Seth no
se daba cuenta
de las dudas
de Leah, pues también él
era una marioneta sujeta por
alambres.
"Ella tiene razón” dijo Esme. "Él no debería
tener que estar allí para esto."
Quizá si dejaras de resistirte..., sugirió Embry con la boca chica.
Limítate a centrarte
en nuestra parte:
los grandullones. Podemos
acabar con ellos,
¡les podemos! Quil se
estaba dando ánimos,
como esos jugadores
que se arengan
a sí mismos antes del partido.
Me di cuenta
de lo fácil
que podía ser
pensar exclusivamente en mi
parte del trabajo. No me espantaba
la idea de atacar
a Jasper y Emmett. Habíamos estado
a punto de hacerlo con anterioridad y había pensado en ellos como
enemigos durante mucho tiempo. Me sentía capaz de hacerlo de nuevo.
Me bastaba con
olvidar que ellos
protegían lo mismo que
yo había custodiado hasta hacía nada. Únicamente
debía ignorar la
razón por la cual podría desear
que ganaran ellos.
Estate a lo que hay que estar, Jake, me avisó Embry.
Moví los pies con desgana, oponiendo resistencia a los tirones de
los alambres.
Toda rebeldía es inútil, insistió Embry.
Estaba en lo cierto. Yo iba a terminar acatando la voluntad de Sam si él se sentía dispuesto
a imponerla, y era obvio que el jefe estaba por la labor.
"Bueno, obviamente él es el alfa, pero eso no
significa que te des por vencido", dijo Emmett. "Lucha contra él,
cachorro."
La existencia de
la autoridad del
Alfa tenía un
buen motivo: ni siquiera una manada
tan nutrida como
la nuestra era
una fuerza de
relevancia sin un
líder. Debíamos movernos y pensar
juntos en aras
de la eficacia,
y eso requería
que el cuerpo tuviera una cabeza.
¿Y qué ocurría
si Sam se
equivocaba ahora? Nadie podía
evitarlo. Nadie podía refutar su
decisión.
A menos que...
"¿A menos qué??" Esme pregunto esperanzada.
Carlisle frunció las cejas pensado cuál podría ser la
excepción.
Tuve una idea que nunca jamás había querido plantearme; pero ahora
que tenía las cuatro patas sujetas por
esos alambres invisibles, caí con alivio en la existencia de una excepción. No,
más que alivio, con verdadero gozo.
"Díganos la maldita excepción", dijo Emmett con
impaciencia.
Nadie salvo yo podía disputar la decisión del Alfa.
"¡Lo sabía!" Carlisle dijo, sonriendo.
"¡Por supuesto!" Jasper golpeó la cabeza.
"Debido a que su antepasado fue el último jefe... el último Alfa..."
"Se suponía que debía ser el Alfa", dijo
Carlisle. "No es algo que él sólo podía pasar por alto, por lo que tiene
los medios para luchar contra esto."
"Oh, genial," dijo Rosalie, molesta y
satisfecha al mismo tiempo. Esta era una buena cosa ... ella tuvo que
recordarse a sí misma al pensar en la pelea que podrían prevenir ... pero era
difícil cuando se dio cuenta de que el perro callejero probablemente iba a
tener que pasar más tiempo con ellos.
No me había hecho
acreedor de nada, pero
poseía ciertos dones
y había ciertas cosas que jamás había reclamado.
Nunca había querido liderar la manada, y tampoco albergaba ese deseo
ahora. No deseaba que la responsabilidad del destino de todo descansara sobre
mis hombros, y a Sam eso se le daba muy bien, era mejor de lo que yo lo sería
jamás.
"No estoy tan seguro de eso", dijo Carlisle.
"Es difícil decir lo que harías una vez que seas su alfa... Los mejores
líderes que están alrededor del mundo nunca quisieron ser uno en un
principio."
Pero esa noche estaba equivocado, y yo no había nacido para
arrodillarme ante él.
Las ataduras de mi cuerpo se aflojaron en el mismo momento en que
reclamé mi derecho de nacimiento.
Gradualmente crecieron en mí dos sensaciones, una de libertad y otra
más extraña, la de un poder vacío, hueco, ya que el poder de un Alfa procede de
su manada, y yo no tenía manada. La soledad me abrumó durante unos segundos.
Ahora no tenía manada.
Alice no pudo evitar rodar los ojos, él no tenía manada y
eso inmediatamente derivaba a unirse a los Cullen.
Pero seguía en pie y recuperé las fuerzas mientras caminaba hacia el
lugar donde Sam planeaba el ataque con Paul y Jared. El líder se volvió al
escuchar el sonido de mi avance y entrecerró los ojos negros.
No, repetí.
"Seguro se sorprendió cuando vio al cachorro de pie
ante él de esa manera", se rió Emmett.
"Esto realmente debería lanzar una piedra en sus
planes para atacarnos," Jasper se rió también, sintiendo el alivio de
todos.
"Oh, cariño... crees que aun va a haber una pelea,
¿verdad?" Preguntó Esme.
"No tengo ni idea, pero sé que si el cachorro
realmente se opone a Sam, entonces no va a ser esta noche," dijo Jasper.
Lo percibió de inmediato en la nota de mis pensamientos, supo de mi
elección en cuanto escuchó la voz Alfa de mis pensamientos.
Retrocedió medio paso con un aullido de sorpresa.
¿Qué has hecho, Jacob?
No voy a seguirte en una causa completamente errada, Sam.
Clavó en mí los ojos, estupefacto.
¿Antepondrías tus enemigos a tu familia?
"Oh, no” suspiro Esme, sintiendo lástima hacia Jacob
por tomar una decisión así.
No son... Sacudí la cabeza para aclararme las ideas. No son nuestros enemigos y nunca lo han sido. No vi esa realidad hasta
que lo pensé lo suficiente, cuando de verdad me propuse destruirlos.
Esto no va sobre los Cullen, sino sobre Bella, me gruñó. Ella nunca ha sido tuya y jamás te ha
elegido, y ¡aun así continúas destruyendo tu vida por ella!
"Ouch", dijo Emmett.
“Duro pero cierto” concordó Alice.
Eran palabras muy duras,
pero no menos ciertas. Aspiré un
gran trago de
aire para digerirlas.
Tal vez estés
en lo cierto,
pero vas a
destruir a la manada
por ella, Sam. No
importa cuántos sobrevivan esta noche, siempre tendrán ese crimen sobre
sus conciencias.
"Y confía en mí, eso no es algo que quieras",
dijo Emmett con tristeza. Realmente no le gustaba eso.
¡Debemos proteger a nuestras familias!
Estoy al tanto de tu decisión, Sam, pero tú no decides por mí, ya
no.
No puedes dar la espalda a la tribu, Jacob.
Percibí el doble eco de la orden impartida con su voz de Alfa, pero
no sentí el peso de la misma, pues ya no causaba efecto alguno en mí. Apretó la
mandíbula tratando de forzarme a responder a sus palabras.
Miré fijamente sus ojos coléricos.
El hijo de Ephraim Black no ha nacido para seguir al de Levi Uley.
Ah, entonces, ¿es eso, Jacob Black? ¡La manada nunca te seguirá ni
aunque me venzas!
El pelo del cuello se le puso de punta al tiempo que Paul y Jared
gruñían con las pelambreras erizadas.
"Oh, no... van a luchar!" Esme se quedó sin
aliento, muy preocupado esta vez.
"Van a estar bien", dijo Carlisle con cautela.
Estaba pensando en los lobos reales y supo que dos Alfas no podrían existir en
una manada..
¿Vencerte? Pero si no voy a pelearme contigo, Sam.
"Gracias a Dios", Esme soltó un suspiro de
alivio.
En tal caso, ¿qué te propones? No tengo la menor intención de
apartarme para que puedas proteger a la progenie del vampiro a expensas de la
tribu.
No te lo voy a ordenar.
Si les ordenas que te sigan...
No se me ha pasado por la cabeza privar a nadie de su voluntad.
Flageló el aire con el rabo de un lado para otro y se echó hacia
atrás para evaluar el buen tino de mis
palabras. Entonces, se adelantó un
paso y nos
quedamos en un cuerpo a cuerpo. Exhibió los dientes a centímetros de los míos. Hasta ese momento no me di cuenta
de que había crecido hasta ser más grande que él.
No puede haber más
de un Alfa, y la
manada me ha elegido a mí.
¿Vas a separarte
de nosotros esta noche?
¿Darás la espalda
a tus hermanos
o vas a poner fin
a esta locura
y volverás a reunirte con nosotros?
Todas y cada una de las palabras venían envueltas en una nota de
autoridad, pero no hizo efecto alguno en mí.
"¿Por qué todo esta fatalidad y pesimismo... ¿No
puede irse por su cuenta?" Preguntó Emmett.
"Supongo que puedo", dijo Carlisle, "Y yo
incluso diría que eso es lo que está planeando hacer, pero de alguna manera,
incluso separando la mano... ellos saben que lo habrán perdido."
Fue en ese momento cuando comprendí
la razón por la cual jamás había más de un macho Alfa en la
manada. Todo mi ser
respondía al desafío
y noté cómo me embargaba el instinto de defender lo que era mío. La fibra de mi
esencia lupina se aprestó a la batalla para dirimir la
supremacía.
Le eché los restos para
controlar esa reacción. No iba a
enzarzarme en una pelea con Sam, que seguía siendo mi hermano, incluso aunque
le diera la espalda.
Esta manada sólo tiene
un Alfa y
yo no voy
a cuestionar eso.
Voy a elegir mi
propio camino, eso es todo.
¿Ahora perteneces a un aquelarre, Jacob?
"¡De ninguna manera maldita!" Rosalie siseó.
"No hay nada malo en ser parte de nuestra familia",
dijo Emmett. “Somos una familia genial”
"El perro callejero no es parte de nuestra
familia", Rosalie y Edward dijeron a la vez
"¡Edward!" Esme regañó, sonando sorprendido por
su mala educación. "Él está tratando de ayudarnos... deberías ser más
amable con él."
"Lo siento," dijo Edward. Él sabía que tenía un
punto, pero dejaba de sentir una mala sensación y ahora con Jacob acercándose
más a ellos sabía que algo ocurriría en los próximos capítulos.
Solté un respingo.
No sé,
“¿Cómo qué no sabes?” Se río Emmett “Estas a punto de ser
parte de la familia aunque Rosie no quiera”
Edward y Rosalie no pudieron evitar el estremecimiento
antes esas palabras.
Sam, pero hay algo de lo que sí estoy seguro...
Él retrocedió abrumado por el peso de mi voz de Alfa, que le
afectaba más que la suya a mí, ya que yo había nacido para mandar sobre él.
... voy a interponerme entre vosotros y los Cullen. No voy a
quedarme de brazos cruzados mientras la
manada extermina a gente inocente. Se me hacía duro aplicar esa palabra a los vampiros,
pero era la
verdad.
"Ehm, gracias por eso," Emmett se rió entre
dientes.
La manada es mejor que
eso. Guíala en la
dirección correcta, Sam.
Un coro de aullidos rasgó el aire a mi alrededor cuando le di la
espalda.
Me alejé de la barahúnda que había provocado y hundí las pezuñas en
el suelo a fin de correr más, pues no disponía de mucho tiempo. Al menos, Leah era la única con posibilidades de sobrepasarme y
yo ya había cobrado ventaja.
Los bramidos se fueron disipando con la distancia, pero que la
algarabía siguiera rasgando el velo de la noche me consolaba: aún no me
seguían.
Debía avisar a los Cullen antes de que la manada se reuniera y me
detuviera. Si el aquelarre estaba alerta,
Sam tendría que
pensárselo otra vez antes de
que fuera demasiado tarde.
Imprimí mayor velocidad a mi carrera en dirección a la casa blanca, un lugar
que seguía odiando, mientras dejaba atrás mi hogar, pues esa morada ya no era
la mía. Había renunciado a todo.
Esme suspiró de nuevo, con el corazón roto hacia el pobre
chico.
"No te preocupes... parece que Esme está segura de
preparar un hogar para ti cachorro," Emmett se rió entre dientes.
Aquel día había
comenzado como cualquier
otro. Había patrullado
durante la noche para
volver a casa
en cuanto amaneció un
alba lluviosa. Había desayunado con
Billy y Rachel con
el sonsonete de fondo
de los programas malos de la
tele y reñido por
una tontería con
Paul. ¿Cómo podía
haber dado todo
un giro tan completo y
surrealista? ¿Cómo era posible que todo se
hubiera liado y complicado hasta el
punto de que
ahora estuviera solo
y fuera un
Alfa contra mi voluntad? ¿Cómo podía
ser que hubiera
cortado lazos con mis
hermanos y preferido
a los vampiros?
"Eso es sencillo... es culpa de Bella," dijo
Emmett.
“Emmett” siseo Edward.
“Me remito a los hechos” Emmett levanto las manos de
manera inocente.
Interrumpió el hilo
de mis pensamientos el
sonido que tanto
había esperado y temido: el suave impacto contra el suelo de
unas zarpas enormes detrás de mí, en pos de mis huellas.
"No... no luchen," Esme se quejó.
“Más rápido cachorro” dijo Emmett esperando que Jacob
llegara para por lo menos tener unos segundo de aviso si es que la manada llegaba.
Aumenté la fuerza de mis zancadas y me lancé como un poseso por el bosque sombrío. Me bastaba con acercarme
lo suficiente para que Edward
pudiera leer en mi mente la señal de alarma. Leah no iba a ser capaz de
detenerme ella sola.
En ese momento, percibí el hilo de esos pensamientos situados detrás
de mí. No había ira, sino entusiasmo; un instinto gregario y no de caza.
"Ah, así que no será un lobo solitario", dijo
Emmett. "Apuesto a que es Seth."
"Eso tendría sentido", dijo Jasper. "Él no
quería que la lucha se librase”.
Interrumpí la carrera
y di un
par de traspiés
antes de volver
a recuperar el equilibrio.
Espérame, no tengo las patas tan largas como las tuyas.
¿Seth? ¿Qué estás haciendo? ¡Vuelve a casa!
"Bueno, eso no es muy agradable... él está ahí para
ayudarle" Emmett sonrió.
No me respondió, pero logré percibir su entusiasmo mientras seguía
mis pasos sin vacilar y fui
capaz de ver
a través de sus ojos
igual que por
los míos. Para él, la
escena nocturna estaba llena de esperanza y para mí era de lo más sombría.
No me percaté de que había
ralentizado el paso y de pronto
lo tuve a un flanco, corriendo junto a mí.
No estoy de guasa, Seth. Éste no es lugar para ti. Hala, date el
piro.
El enflaquecido lobo de pelaje color café claro resopló.
Te sigo a
ti, Jacob. A mi
modo de
ver, tienes razón,
y no voy
a permanecer con
Sam cuando...
Maldita sea, ya lo
creo que vas a correr detrás de Sam. ¡Ya puedes
ir moviendo ese culo peludo tuyo hacia La Push! ¡Acata las
órdenes de Sam!
No.
¡Ve, Seth!
¿Es eso una orden, Jacob?
"Puede ser", dijo Emmett.
"Después de lo que pasó esta noche, no creo que
Jacob usaría ese poder tan rápido en otra persona", dijo Carlisle.
Su pregunta me hizo detenerme en seco. Resbalé y a fin de detenerme,
hundí las uñas en el barro hasta dejar
surcos en él.
Yo no ordeno nada a nadie. Me limito a decirte lo que tú ya sabes.
Mi acompañante se dejó caer a mi lado sobre los cuartos traseros.
Yo voy a decirte lo que sé. Fíjate cuánto silencio... ¿No lo has
notado?
"¿Silencio?" varios preguntaron y Carlisle se
quedó pensativo otra vez.
"¿Qué significa eso?" Preguntó Emmett, pero
nadie respondió.
Parpadeé y moví la cola en señal de intranquilidad nada más
comprender a qué se refería. El silencio no era absoluto. Lejos, en el oeste,
los aullidos seguían llenando la noche.
Y no han cambiado de fase, me recordó Seth.
"Ellos ya no pueden escucharse entre sí", dijo
Carlisle, conmocionado. "Me pregunto cómo funciona eso... ¿Cómo esto
cambió las cosas?"
Ya lo sabía. Ahora,
la manada iba a
estar en alerta
roja. Podían usar
el vínculo mental para
ver con claridad
por todos los
flancos, pero yo
era incapaz de escucharles los pensamientos. Únicamente podía
oír a Seth, y sólo a él.
Da la impresión de que el vínculo no existe entre
dos manadas diferentes, ¿no? Supongo que no había razón para que lo supieran
nuestros padres, pues no existía posibilidad alguna de que hubiera
dos manadas separadas: nunca
había lobos suficientes
para dos grupos.
Vaya. Menudo silencio. Da un
poco de grima
pero, por otro
lado, también da
buen rollo, ¿no te
parece? Apuesto a que
era más fácil para
Ephraim, Quil y Levi,
como ahora ocurre
entre nosotros. No hay tanta cháchara siendo tres; o sólo dos.
Cállate, Seth.
Sí, señor.
Emmett se echó a reír: "Me gusta mucho este
chico."
¡Para ya! No hay dos grupos. La manada va por un lado y yo por otro.
Eso es todo, así que anda, tira ya para casa.
Si no hubiera dos manadas, en tal caso, ¿por qué tú y yo nos podemos
oír perfectamente y no escuchamos a los
demás?
"Él te tiene ahí, cachorro," Emmett se rió
entre dientes.
Creo que has realizado un movimiento significativo
cuando te has apartado
de Sam, has
provocado un cambio,
y creo que
el hecho de
seguirte ha tenido también su relevancia.
Tienes razón, admití, pero los cambios
también son reversibles.
"Me pregunto," Carlisle comenzó. "Está
claro que Jacob nunca podría volver, pero me pregunto si Seth podría. Es sólo
una elección para seguir a un líder diferente para él..."
"No nos preocupamos por esta mierda," Rosalie
siseó y Carlisle le frunció el celo.
“Rosalie” apaciguo Esme.
“Lo siento….” Rose suspiro “Solo quiero terminar de lees
esto pronto, necesitamos saber qué hacer para salvar a Bella y su bebe en esta
realidad”
Se incorporó y comenzó a trotar hacia el este.
Ahora no hay tiempo para
discutir del asunto. Deberíamos movernos para anticiparnos a Sam.
También estaba en lo cierto a ese respecto. No teníamos tiempo para
esa discusión. Eché a correr de nuevo, pero me impuse un ritmo menos duro. Seth
me siguió muy de cerca en el flanco derecho, el lugar tradicional reservado al
segundo de la manada.
"Ah... así que esa es la verdadera razón de seguir
al cachorro… un ascenso", se rió Emmett.
Puedo ir a donde me plazca, me aseguró al tiempo que agachaba levemente el hocico. No te sigo en busca de promoción alguna.
"Claro que no", se rió Emmett.
Corre hacia donde te salga de las narices. Me trae al fresco.
Los dos aumentamos
la velocidad de
nuestra carrera a
pesar de no
oír sonido alguno que nos
indicara una posible persecución. Ahora estaba más preocupado: las cosas iban a
ser más difíciles si no podía
meter la oreja en las conversaciones de la manada, pues tenía las mismas
posibilidades de prever un ataque que los Cullen.
Podemos hacer rondas, sugirió Seth.
¿Y de qué nos sirve eso si nos desafía el grupo? Entorné los ojos. ¿Atacarías a tu camada, y a tu hermana?
"No... nunca querríamos eso", dijo Esme.
"¿Qué vamos a hacer?"
"No sé," Carlisle suspiró. "Yo creo que el
mejor plan sería irnos... pero eso no va a funcionar con Bella en el estado en
que se encuentra. Sé que podríamos estar más preparados para lo que sea que
pasara si ella está aquí, pero no quiero que los chicos estén atrapado en una
pelea".
"Con el chucho y cachorro estando aquí..."
comenzó Rosalie.
"Lo llamaste cachorro... ¿eso quiere decir que en
realidad te gusta Seth?" Preguntó Emmett, riendo.
"... No creo que los otros se apresuren a atacar... y
menos esa noche", dijo Rosalie ignorando a Emmett por completo.
“Yo sé que te gustó” se río el ignorado guiñándole un
ojo.
No, sembramos alarma y nos replegamos.
Buena respuesta, pero ¿qué hacemos luego? No creo...
Lo sé, admitió, ahora con menos confianza. Tampoco yo me veo capaz
de pelear contra ellos, pero la idea de atacarnos les apetece
tan poco como a nosotros. Eso podría bastar para contenerlos, y además,
ahora son sólo ocho.
Deja de ser tan... optimista. Necesité cerca de un minuto para elegir la palabra adecuada. Me sacas de quicio.
“Es una palabra rara en este libro", dijo Emmett.
"Especialmente cuando se usa para describir a
alguien", agregó Jasper.
Vale, sin problemas. ¿Quieres que sea un cenizo y un agorero o sólo
que me calle?
Emmett se rió, "No creo que Seth pueda ser fatalista
y pesimista"
Que cierres la boca.
Puedo hacerlo.
¿De verdad? Creo que no.
Al fin, se calló.
En ese momento cruzamos el camino y el bosque situado alrededor de
casa de los Cullen. ¿Era Edward capaz de oírnos ya?
Quizá deberíamos ir pensando en un saludo, algo así como «venimos en
son de paz».
"Sí, eso será bueno", se rió Emmett.
El que más te guste.
¿Edward?, llamó Seth a modo de prueba. ¿Estás ahí, Edward? Vale, ahora me siento como un idiota.
"¿Ahora te sientes idiota?" Emmett se rió.
"Probablemente puedo oírlo ahora," dijo Edward.
"¿Y sabes que haces lo mismo cada vez que piensa hacia mí?."
"Lo que sea," Emmett se encogió de hombros.
Y también lo pareces.
¿Crees que puede oírnos?
Estábamos a kilómetro y medio.
Eso creo. Eh,
Edward, si puedes
oírme, chupasangre, prepara
las defensas. Tienes
un problema.
"¿No querrás decir ‘tenemos un problema’?"
Preguntó Emmett.
Tenemos un problema, me corrigió Seth.
“Gracias Seth” dijo Emmett.
"Bueno, al menos él chico es más inteligente que el
otro chucho", murmuró Rosalie.
"Sabía que te gustaba," Emmett sonrió, y ella rodo
los ojos.
Irrumpimos en el prado, corriendo entre los árboles. La casa estaba
a oscuras, pero no vacía. Edward permanecía en el porche entre Emmett y Jasper.
Bajo la escasa luz de la noche, parecían de nieve.
—¿Jacob? ¿Seth? ¿Qué ocurre?
Disminuí la velocidad primero y luego retrocedí varios pasos a causa
del hedor. El efluvio de los
vampiros respirado a
través de mi nariz
de lobo quemaba
como el ácido, de veras. Seth se
lamentó en silencio, dubitativo, y acabó por ponerse detrás de mí.
A fin de responder
a la pregunta de Edward, eché
la vista atrás y
rememoré la discusión con
Sam. Seth metió baza
de vez en
cuando para llenar
las lagunas y mostró la escena desde otro ángulo. Nos
detuvimos cuando llegamos a la parte de la abominación, ya que Edward siseó con
furia cuando abandonó el porche de un salto.
—¿Quieren matar a Bella? —bufó con voz apagada.
"Ehr... esa no podría haber sido la mejor manera de
decirlo", dijo Jasper, casi sonriendo.
"Sí, por lo que he oído, esos dos lobos en frente de
nosotros, quiere matar a Bella," dijo Emmett.
"Ehh... lo siento," dijo Edward.
Los otros dos
Cullen no habían
oído la primera
parte de la
conversación y tomaron aquella
pregunta formulada sin
inflexión de voz
alguna como una afirmación. Un momento antes estaban junto a él, y un segundo después exhibieron
los colmillos y se abalanzaron sobre nosotros.
"No me gustaría lastimar al pequeño cachorro,"
Emmett frunció el ceño.
—¡Em, Jazz, ésos no, los otros! La manada viene hacia aquí.
Emmett y Jasper retrocedieron. El segundo nos vigiló con la
mirada mientras el primero se volvía
hacia Edward.
"Puedes relajarte amor", dijo Alice.
"Sabes que no puedo hacerlo después de una
declaración como esa," dijo Jasper.
—Pero ¿cuál es su problema? —preguntó Emmett.
—El mismo que el mío —repuso él con voz sibilante—, pero ellos han
planteado otra forma de manejarlo. Reúne a los otros y telefonea a Carlisle
para que él y Esme vuelvan aquí ahora mismo.
"Oh no... ¿no estamos allí?" Preguntó Esme.
"Mejor que no ataquen," Rosalie gruñó, los demás
estaba preocupados ante la inminente lucha.
"No creo que lo hagan", dijo Carlisle, tratando
de tranquilizarlos.
Aullé con frustración. El
aquelarre estaba disperso.
—No están lejos —aseguró Edward con la misma voz lánguida de antes.
Voy a echar un vistazo, anunció Seth. Correré por el
perímetro este.
—¿Vas a exponerte a algún peligro, Seth? —quiso saber Edward.
Él y yo intercambiamos una mirada.
No lo creo, pensamos ambos
al unísono. Luego, yo
agregué: Quizá debería ir yo
también, sólo por si acaso.
Es menos probable que me desafíen
si voy solo, observó Seth. A
sus ojos, soy un simple crío.
“¿A sus ojos? Eres un crió para todos” Emmett se rió
entre dientes.
Y a los míos también, chaval.
Me voy hacia allí. Necesitarás coordinarte con los Cullen.
"Saben, estoy empezando a preguntarme quién es el
alfa de esa manada," Jasper se rió entre dientes.
Giró en
redondo y se
perdió en la
oscuridad con la
rapidez de una
bala. No pensaba ordenarle que
merodeara por el entorno, así que le dejé marchar.
Edward y yo
nos quedamos el uno
frente al otro en la
oscura pradera. Emmett murmuraba algo por el móvil mientras que Jasper
vigilaba la zona del bosque por la cual
se había desvanecido Seth. Alice apareció en el porche y se marchó enseguida junto a Jasper,
tras contemplarme fijamente
con la ansiedad reluciendo
en los ojos. Supuse que Rosalie
continuaba dentro en compañía de Bella, protegiéndola de los atacantes equivocados.
—No es ésta la primera vez que contraigo una deuda de gratitud
contigo, Jacob —susurró Edward—. Jamás te habría pedido algo semejante.
"Ya lo hiciste ", dijo Emmett. "Se podría
decir que haces cualquier cosa con tal de mantener a Bella a salvo.."
"Es cierto... Supongo que debería haber dicho 'Nunca
hubiera querido esto de ti'", dijo Edward.
Entonces, pensé en su
petición de aquella misma tarde. En lo tocante a Bella, él se saltaba todas las
barreras habidas y por haber.
Sí, sí lo habrías hecho.
Se lo pensó un rato y luego asintió.
—Supongo que tienes razón.
Suspiré pesadamente.
Bueno, tampoco ésta es la primera vez que hago esto por ti.
—Cierto —murmuró.
El día no se me dio muy allá, lo siento, pero ya te advertí que
Bella no iba a escucharme.
—Lo sé. En realidad, jamás pensé que lo hiciera, pero...
... debías intentarlo. Me hago cargo. ¿Está un poco mejor?
La voz y los ojos se le quedaron vacíos cuando, tras un suspiro,
contestó:
—Ha empeorado.
Edward dio un suspiro triste al igual que la mayoría de familia.
No quería asumir esas dos palabras, y por eso me alegró tanto la
intervención de Alice: —¿Te importaría cambiar de forma, Jacob? Quiero
enterarme de lo que pasa.
Sacudí mi cabeza lupina al tiempo que Edward le contestaba por mí.
—Necesita seguir como lobo para mantener el contacto con Seth.
—Bueno, en tal caso, ¿tendrías la amabilidad de decirme qué está
pasando?
—La manada... ha llegado
a la conclusión
de que Bella
se ha convertido
en un problema. Los hombres lobo prevén un peligro potencial por parte
de... lo que ella lleva en el vientre. —
"Es un bebé, idiota," Rosalie siseó.
Edward se explicó
con frases entrecortadas y desprovistas
de emoción—. Se consideran
obligados a eliminar
ese peligro. Jacob
y Seth se han
separado de la manada para avisarnos de
que los demás planean lanzar un ataque esta misma noche.
Alice se alejó de mí
entre siseos. Emmett y
Jasper intercambiaron una mirada
y luego recorrieron los árboles con los ojos.
Por aquí fuera no hay nadie, informó Seth. Todo está en calma
por el lado este.
"Ah... Me gusta ese libro", dijo Jasper viendo
que las cosas empezaban a mejorar, que no los atacaran era claramente una
mejoría.
"No es el momento", Alice le sonrió.
"Lo siento," Jasper sonrió tímidamente.
Quizás anden por ahí.
Voy a dar otra vuelta.
—Carlisle y Esme vienen de camino —anunció Emmett—. Estarán aquí en
veinte minutos como mucho.
—Deberíamos adoptar una posición defensiva —sugirió Jasper.
Edward asintió.
—Vayamos dentro.
Recorreré el perímetro junto a Seth. Si estoy demasiado lejos para
que me leas la mente, presta atención a mi aullido.
"Sería bueno que en estos tiempos él pueda proyectar
sus pensamientos a los demás," dijo Edward.
—Así lo haré.
Los vampiros se replegaron al
interior del edificio sin dejar
de lanzar miradas a todas partes. Me di la vuelta y eché a correr hacia el oeste
antes de que estuvieran dentro.
Sigo sin encontrar nada, me dijo Seth.
Yo me hago
cargo de la
mitad del perímetro.
Movámonos deprisa para
no darles la oportunidad de que se cuelen entre
nosotros a escondidas.
Seth salió por patas en un repentino esprint.
Estuvimos corriendo en
silencio y los
minutos transcurrieron sin
novedad. Yo permanecí atento a
cuanto él oía a fin de verificar una correcta interpretación de los sonidos.
Eh, alguien se acerca a toda pastilla, me avisó al cabo de quince
minutos en silencio.
Esme se tensó ante eso.
"Se podría pensar que estamos leyendo un thriller de
suspenso por la forma en que te tensas," Emmett se rió entre dientes.
"Me preocupa", dijo Esme. Este libro era mucho
más preocupante que los demás... o por lo menos el número de capítulos era
mucho más alto que los anteriores.
Voy. Me pilla de camino.
Mantén la posición, creo que no es la manada. Esto tiene otra pinta.
Seth...
Un soplo de brisa trajo un efluvio. Le leí la mente.
Es un vampiro. Apuesto a que es Carlisle.
Retrocede, Seth. Tal vez sea algún otro...
"No es probable... pero aún así él debería escuchar
en caso de que no lo sea", dijo Jasper.
No, son ellos. Reconozco el
aroma. Espera, voy a cambiar de fase y se lo explico todo.
Seth, no me parece que eso sea una buena...
Pero ya se había marchado.
"Has perdido el control de él por completo,"
Jasper sacudió la cabeza.
Corrí lleno
de ansiedad a
lo largo de
la zona oeste.
¿A que me salía
todo tan «estupendo» que ni
siquiera era capaz de cuidar de él durante aquella enloquecedora nochecita? ¿Y
si le sucedía algo estando bajo mi tutela? Leah me haría picadillo.
Por lo menos, el crío se mantenía cerca y en menos de dos minutos
volví a leerle la mente.
Sí, eran Carlisle y Esme. Menuda sorpresa se han llevado al verme,
tío. Probablemente ya estarán dentro de la casa. Carlisle me dio las gracias.
Es un buen tipo.
Sí. Esa es una de las razones por las que hacemos bien al obrar así.
Eso espero.
¿Por qué estás
de bajón, Jake?
Te apuesto lo
que quieras a
que Sam no
va a lanzar
la manada contra los Cullen esta noche. No es de los que se lanzan a una
misión suicida.
"Obviamente... ha perdido el efecto sorpresa y a dos
combatientes ", dijo Jasper.
"Y su enemigo tiene dos más", agregó Emmett.
"Yo no iría tan lejos", dijo Jasper. "No
tengo ni idea de lo que el chucho y el cachorro harían si la lucha se inicia,
pero realmente no lo veo luchando contra sus hermanos."
Suspiré. De todos modos,
tampoco parecía importar.
Ah, pensó, no tiene nada que ver
con Sam, ¿verdad? Di la vuelta al llegar al final de mi ronda. Capté el
efluvio de mi compañero por donde había pasado por última vez. No íbamos a
dejar brechas. Crees que, de todos modos,
Bella va a morir, concluyó Seth.
En efecto, así es.
"No, ella no morirá," Rosalie siseó.
Pobre Edward. Debe de haber
enloquecido.
Tal como suena.
La mención del nombre de Edward
trajo a un primer plano otros
recuerdos más candentes que el joven leyó con asombro.
Y entonces se puso a aullar.
"No aúlles... pensaremos que la manada viene,"
Jasper gimió.
“Esto se pone cada vez peor” Emmett gruño celoso de que
dos niños sean sus ‘guardaespaldas’.
Venga, colega.
Ni de coña.
No lo hiciste.
Tú es que
comes flores, Jacob.
¡Lo sabías perfectamente! No
puedo creer que lo hicieras. ¿De qué vas? Debiste decirle que no.
"No lo culpo por estar aullando " dijo Alice,
mirando a Edward.
Deja de aullar, calla, idiota. ¡Los Cullen van a creerse que viene
la manada!
Ahí va.
Se interrumpió en mitad del aullido.
Di media vuelta y comencé a corretear hacia la casa.
No te metas en esto, Seth. Ahora hazte cargo de la vuelta entera.
Seth enfurruñó, pero le ignoré.
Falsa alarma, falsa alarma, pensé mientras me acercaba a la carrera. Lo siento. Seth es joven y se olvida de las cosas. Ha sido una falsa
alarma.
Pude ver a Edward mirando por una ventana a oscuras en cuanto llegué
al prado.
Me adentré a buen paso, queriendo asegurarme de que había recibido
el mensaje.
Ahí fuera no pasa nada... ¿Lo has entendido?
Él asintió una vez en silencio.
Sería mucho más fácil si
la comunicación no
fuera unidireccional. Sin embargo, luego, me alegré un montón de no
estar en la sesera de Edward.
"En eso tienes razón... quién sabe qué horrores hay
ahí," Emmett se rió entre dientes.
Él miró hacia atrás, al interior del edificio. Un escalofrío le
recorrió todo el cuerpo. Me despidió con un gesto de la mano y se metió dentro,
fuera de mi vista.
"¿Qué pasó?" Edward preguntó nerviosamente.
¿Qué ocurre?
Como si fuera a conseguir una respuesta.
"Genial," Edward gruñó, molesto.
"Sabes que estás molesto contigo mismo ahora,
¿no?" Jasper le sonrió.
Me quedé muy quieto en el
prado y agucé el oído. Casi era capaz de escuchar las suaves pisadas de Seth en
el bosque, a varios kilómetros de allí, con aquellas orejas lobunas. Por
tanto, resultaba fácil
distinguir casi cualquier
sonido del interior
del edificio.
—Era una falsa alarma —explicó
Edward con esa voz de sepulcro,
repitiendo lo que yo acababa de
decirle—. Algo alteró a Seth y se puso a aullar sin acordarse de que estábamos
esperando una señal. Es muy joven.
—Qué bonito esto de tener niñitos protegiendo el fuerte —refunfuñó
una voz más profunda. Intuí que sería Emmett.
"¡Emmett!" Esme reprendió.
"Lo siento..." dijo Emmett. “Pero es verdad,
son niñitos”
—Esta noche nos han prestado
un gran servicio, Emmett —le recordó Carlisle—, y con un alto precio personal.
—Sí, ya lo sé. Sólo son celos. Me gustaría estar ahí fuera.
"Eso es algo que podría creer", dijo Alice.
"Sí, yo también puedo", dijo Emmett.
—Seth no cree
que Sam vaya
a atacarnos ahora
—contestó Edward de
forma mecánica—, no ahora
que estamos prevenidos
y tras perder
a dos miembros del grupo.
—¿Y qué piensa Jacob? —quiso saber Carlisle.
—No es tan optimista.
Nadie dijo nada.
Percibí un goteo
que no logré
situar, y también
la cadencia apenas audible de la
respiración de los Cullen, lo cual me permitía diferenciarla de la de Bella,
más laboriosa y áspera. Sus jadeos se sucedían a intervalos
irregulares. Mi sentido del oído era capaz incluso de distinguir los latidos
de su corazón, desbocado. Lo comparé con los del mío, pero no estaba muy seguro
de que fueran equiparables, pues tampoco es que yo fuese un tipo normal
precisamente.
—No la toques. Vas a despertarla —susurró Rosalie.
Alguien suspiró.
—Rosalie,.. —musitó Carlisle.
—No empieces, Carlisle.
Antes te hemos
permitido hacerlo a
tu manera, pero hasta ahí vamos llegar.
Tuve la impresión de que
Rosalie y Bella utilizaban ahora la primera persona del plural, como si ellas
dos formaran su propia manada.
"O Rose esta cuidado su puesto de madrina,"
dijo Emmett.
Rosalie solo se limito a mirarlo fijamente.
Anduve en silencio por delante de
la edificación. Cada paso me
llevaba un poco más cerca. Las
oscuras ventanas parecían
un juego de
pantallas de televisión instaladas en un oscurecido
recibidor. Era imposible apartar los ojos de ellas durante mucho tiempo.
Al cabo de escasos minutos de andar al paso, me había acercado tanto
que rozaba el lateral del porche con el pelaje.
A esa distancia era capaz de ver a través de las ventanas tanto el
techo y la araña de luces fijada al mismo, como
la parte superior de las paredes. Tenía la
suficiente altura, me bastaba con estirar un poco el cuello y, a lo sumo, apoyar una pata en el extremo del
porche.
Eché un vistazo
al interior del
enorme y despejado
cuarto de estar,
esperando contemplar una imagen similar a la de la tarde, pero había
pegado tal cambiazo, que al principio
me sentí
desorientado y llegué
a creer que
me había equivocado
de habitación.
No había señal de la pared de cristal, que ahora parecía de metal, y
habían retirado todo el mobiliario. Bella se aovillaba desmañada en una
estrecha cama situada en el centro del espacio abierto. No era un lecho normal,
sino uno con rieles, como los de las
clínicas. También parecían
de hospital los
cables de los monitores
sujetos con correas a su cuerpo y
los tubos pegados a su piel. Los
indicadores luminosos de las pantallas
parpadeaban, pero no
se oía más
sonido que el
del goteo del
catéter endovenoso fijado al
brazo por el
que corría un fluido
denso y blanco,
no transparente.
"¿Qué está pasando?" Edward preguntó, mirando a
Carlisle. "Son nutrientes en fluido."
"No tengo ni idea," Carlisle suspiró, deseando
poder tener otra respuesta a eso. "Pero Rosalie dijo que quería probar
algo... así que quizás esto es lo que estoy tratando. Sin embargo, esto muestra
claramente que necesitamos estar en casa... No podemos irnos con ella así, y no
podría conseguir estos equipos tan fácilmente en otro lugar. "
Estaba sumida en
un duermevela intranquilo
y respiraba con
cierta dificultad. Tanto Edward
como Rosalie pululaban a su alrededor y se inclinaban sobre ella. De repente gimió y
sufrió una convulsión.
Rosalie deslizó la mano
sobre la frente
de Bella mientras su hermano permanecía de espaldas a mí, envarado como
un palo. No podía verle, pero algo debía de tener escrito en el careto porque
Emmett se interpuso entre ellos más rápido de lo que se tarda en parpadear.
Apoyó las manos en Edward y dijo:
—No esta noche. Debemos atender otras preocupaciones.
"¿Y qué estabas pensando, Edward?" Preguntó
Rosalie.
"Estoy seguro de que puedes darte una idea"
dijo Edward con rigidez.
"Simplemente no puedo creer que Emmett no haya dicho
nada" dijo Alice, tratando de romper la tensión.
"Hablar antes de una pelea no es su estilo, él más
bien saltaría sobre Edward antes de charlar" dijo Jasper, tratando de
hacer lo mismo, y por supuesto que ayudó más... con un poco de don extra.
Emmett no dijo nada, no le gustaba la idea de tener que
pelear con su hermano para defender a Rosalie, pero si llegará la ocasión sabía
que tendría que hacerlo.
El interpelado se
alejó de ellos.
Volvía a ser aquel
hombre atormentado y consumido. Sus ojos se encontraron con los míos durante un instante. Entonces, me dejé caer sobre las
cuatro patas y corrí de regreso a la sombría foresta.
Salí pitando para
reunirme con Seth, me
largué para alejarme
de lo que
dejaba atrás.
Peor, sí, Bella estaba peor.
"Eso es todo", dijo Jasper, dándole el libro a Carlisle.
Todos estaban tensos por la última frase, y ávidos de saber que pasaría en el
siguiente capitulo
6 comentarios:
Gracias Gracias gracias por este capitulo!!! Ya casi llegamos a la parte mas interesante y que mas querran saber los Cullen!! Me muero de ansias jeje!! Tambien espero que ayer te la hayas pasado de maravilla!! Un saludo!!
Gracias nena, gracias por actualizar. Estoy ansiosa por llegar a mi parte favorita. Ojala haya capi pronto
Jacob es cada vez más denso, a cada minuto se vuelve peor. Estoy deseando que terminen sus capítulos, continua pronto, gran trabajo.
ufffff ME DESAGRADA JACOB!!!!
es que en serio... pero ya casi llegamos a las partes interesantes
Gracias por el capítulo. Uno menos, continuaré con el siguiente.
Saludos.
Gracias por el capítulo. Uno menos, continuaré con el siguiente.
Saludos.
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