Aviso: Los libros aquí transcriptos y los personajes pertenecen a Stephenie Meyer y la historia original “Reading Eclipse” a Choices HP, yo solo la traduzco, todo esto es sin ánimos de lucro, solo por mero entretenimiento.
Traducido por: Jesiri Zerimar
Corregido por: Cary0605
"De hecho, lo estoy" dijo
Carlisle. “He estado realmente curioso acerca de los lobos por un largo
tiempo."
"Solo han sido un par de décadas,"
se burlo Edward.
"Argh," gruño Rosalie, poniéndose
de pie.
"¿A dónde vas bebe?" Le pregunto
Emmett.
"Este es, obviamente, otro capítulo de
chuchos," dijo entrecerrando los ojos "No necesito desperdiciar mi
tiempo escuchando esto, me voy de caza."
"Pero, te puedes perder algo bueno
bebe," Emmett hizo un puchero.
"Lo dudo," Se burlo Rosalie.
"Deja que se vaya... Tal vez no esté
tan desquiciada cuando vuelva," dijo Edward, hablando por lo bajo.
Rosalie le gruño.
"Está bien, bebe," Emmett
suspiro, "solo date prisa en volver antes de que te pierdas las cosas
buenas."
"Como sea," Rosalie dijo,
desapareciendo un segundo después.
"Bueno, parece que ella tenía
prisa," murmuró Emmett, principalmente tratando de asegurarse de que
Rosalie no podía oírle, ella aún podría estar en el área.
"Oh, ella quiere escuchar la siguiente
parte... solo que, no quiere
admitirlo," Edward sonrió y Jasper decidió que era mejor empezar a leer
otra vez.
—
¿Te vas a comer ese perrito caliente? —
"Los perros son asquerosos para comer, incluso
si están calientes," dijo Emmett, haciendo caras y riendo. "No es tan
divertido cuando Rose no está aquí para llamarme idiota", añadió, haciendo
un mohín.
"Idiota," dijo Alice, rodando los ojos
exactamente como lo habría hecho Rosalie.
Emmett se rió entre dientes "Sí, eso está
mejor. Gracias enana",
Le
preguntó Paul a Jacob, con los ojos fijos en el último bocado de la gran pila
de alimentos que habían engullido los lobos.
El
interpelado se echó hacia atrás, apoyó la espalda en mis rodillas y jugueteó
con el perrito ensartado en un gancho de alambre estirado. Las llamas del borde
de la hoguera lamían la piel cubierta de ampollas de la salchicha. Lanzó un
suspiro y se palmeó el estómago. Yo no sabía cómo aún parecía plano, pues había
perdido la cuenta de los perritos calientes devorados a partir del décimo, y
eso sin mencionar la bolsa extra grande de patatas ni la botella de dos litros
de cerveza sin alcohol.
—Supongo
—contestó Jacob perezosamente—; tengo el estómago tan lleno que estoy a punto
de vomitar, pero creo que podré tragármelo —suspiró otra vez con tristeza—. Sin
embargo, no lo voy a disfrutar.
Emmett se rio de eso.
A
pesar de que Paul había comido tanto como Jacob, le fulminó con la mirada y
apretó los puños.
—Tranqui
—Jacob rió—. Era broma, Paul. Allá va.
Lanzó
el pincho casero a través del círculo de la fogata. Yo esperé que el perrito
aterrizara primero en la arena, pero Paul lo cogió con suma destreza por el
lado correcto sin dificultad alguna.
"Porque eso no es difícil," Dijo
Emmett rodando los ojos.
Iba
a acomplejarme como siguiera saliendo sólo con gente tan hábil y diestra.
"No te preocupes por eso, siempre has tenido
un complejo", se rió Emmett y Edward sonrió con malicia.
—Gracias,
tío —repuso Paul, a quien ya se le había pasado su amago de ataque de genio.
El
fuego chasqueó y la leña se hundió un poco más sobre la arena. Las chispas
saltaron en una repentina explosión de brillante color naranja contra el cielo
oscuro. Qué cosa más divertida, no me había dado cuenta de que se había puesto
el sol. Me pregunté por primera vez si no se me estaría haciendo demasiado
tarde. Habia perdido la noción del tiempo por completo.
Estar
en compañía de mis amigos quileute había sido mucho más fácil de lo previsto.
Mi
irrupción en la fiesta junto a Jacob empezó a preocuparme mientras llevábamos
la moto al garaje. Él admitía que lo del casco había sido una gran idea y,
arrepentido, sostenía que se le debía haber ocurrido a él.
"Obviamente" Edward resoplo.
¿Me
considerarían una traidora los hombres lobo? ¿Se enfadarían con mi amigo por
llevarme? ¿Estropearía la fiesta?
"Por supuesto, ella se preocupa por
eso," Edward gimió, rodando los ojos con una sonrisa.
Pero
cuando Jacob me condujo por el bosque hacia el punto de encuentro en lo alto de
una colina, donde el fuego chisporroteaba más brillante que el cielo oscurecido
por las nubes, todo sucedió de la forma más alegre y natural.
—
¡Hola, chica vampira! —me saludó Embry a voces.
Quil
dio un salto para chocar los cinco conmigo y besarme en la mejilla. Emily me
apretó la mano con fuerza cuando me sentó al lado de Sam y de ella en el suelo
de fría piedra.
"Bien. Estoy feliz que ellos la
acepten como es," sonrió Esme. Se veía preocupada de que no lo hicieran.
Aparte
de algunas quejas en broma, la mayoría por parte de Paul, sobre que no me
pusiera a favor del viento para no inundar todo con la peste a vampiro, me
trataron como quien acude a donde pertenece.
No
sólo asistían los chicos. Billy también estaba allí, con la silla de ruedas
situada en lo que parecía ser el lugar principal del círculo.
"Hm" Carlisle dijo.
"¿Que?" Pregunto Edward.
"No lo se, es solo una teoria"
dijo Carlisle. "Sigue leyendo, Jasper."
A su lado, en un asiento plegable, se
hallaba el Viejo
Quil, el abuelo de Quil, un anciano de aspecto frágil y cabello blanco. Sue Clearwater,
la viuda del amigo de Charlie, Harry, se sentaba en una silla al otro lado; sus
dos hijos, Leah y Seth, también se encontraban allí, acomodados en el suelo
como todos los demás. Se veía claramente que los tres estaban al tanto del
secreto, lo cual me sorprendió.
"Hm," Carlisle dijo otra vez. "¿Por
qué iban a saber?"
"Tal vez ellos saben porque son lobos
también," Jasper entrecerró los ojos. "Me parece un poco
contradictorio que ellos simplemente le cuenten a los dos acerca de lo que
sucede, pero no decirle a los demás."
"Tal vez se dieron cuenta de que se estaba
haciendo más duro en los niños cuando ellos no saben lo que les está sucediendo
a ellos," Esme ofreció, "y querían advertirles a ellos."
"Pero ¿por qué estos dos? ¿Ellos no querrían
advertir a todo el mundo si ese fuera el caso?" Preguntó Jasper.
"No necesariamente". Dijo Carlisle.
"de Harry se decía que era parte del consejo en el último libro... sería
más probable que a los dos se lo dijeran, ya que tendrían el gen."
Me
dio la impresión de que Sue había ocupado el lugar de su marido en el Consejo
por el modo en que le hablaban Billy y el Viejo Quil. ¿Se habrían convertido
también sus hijos en miembros de la sociedad más secreta de La Push ?
"No," Edward fue el que lo dijo esta vez.
"Porque el cachorro no habló de ello hasta que se convirtió."
Pensé
lo terrible que debía de resultar para Leah sentarse en el círculo junto a Sam
y Emily.
"Esa pobre chica," Esme dijo con
un suspiro.
"¿Por qué iba a estar allí?" Preguntó
Edward. "Me gustaría pensar, que aunque ella supiera de todo el asunto de
los licántropos, ella todavía no querría estar allí."
Su
rostro encantador no delataba ningún tipo de emoción, pero no se apartó en
ningún momento de las llamas. Al mirar los rasgos perfectos del rostro de Leah,
era imposible no compararlos con la cara destrozada de Emily. ¿Qué pensaría
Leah de las cicatrices de Emily, ahora que sabía la verdad que se escondía
detrás de ellas? ¿Las consideraría alguna especie de justicia?
En
el pequeño Seth Clearwater apenas quedaban ya vestigios de la infancia.
"Parece que puede ser una licantropo
entonces," dijo Jasper.
"O muy cerca de convertirse en una",
Carlisle suspiró.
Me
recordaba mucho a un Jacob más joven, con su gran sonrisa de felicidad y su
constitución desgarbada y larguirucha. El parecido me hizo sonreír y luego
suspirar. ¿Estaba también Seth condenado a sufrir un cambio en su vida tan
drástico como el resto de estos chicos? ¿Era éste el motivo por el cual se les
había permitido acudir a él y a su familia?
Estaba
la manada al completo: Sam con Emily, Paul, Embry, Quil, y Jared con Kim, la
chica a la que había imprimado.
Kim
me causó una excelente impresión. Era estupenda, algo tímida y poco agraciada.
Tenía una cara grande, donde destacaban unos pómulos marcados, pero sus ojos
eran demasiado pequeños para equilibrar las facciones. La nariz y la boca eran
excesivamente grandes para ser considerados bonitos dentro de los cánones
convecionales. Su pelo liso y negro se veía fino y ralo al viento que nunca
parecía amainar allí, en lo alto del acantilado.
Ésta
fue mi primera impresión, pero no volví a encontrar nada feo en ella después de
observar durante varias horas el modo en que Jared la contemplaba.
¡Y
cómo la miraba!
Parecía
un ciego que viera el sol por primera vez; un coleccionista que acabara de
descubrir un nuevo Da Vinci; la madre que ve por primera vez el rostro de su
hijo recién nacido.
"Eso debe ser realmente de gran alcance, que…"
Esme sonrió. "Tal vez Leah está ahí porque alguien se imprimo de
ella."
"No lo creo", dijo Edward. "Ellos
habrían dicho algo o Bella habría notado si uno de los lobos estaba mirándola
de esa manera. No es algo que ella se perdería."
"Tal vez es parte del consejo ahora también...
ella es un adulto, creo", dijo Carlisle.
"Tal vez," dijo Edward, sin verse del
todo convencido.
Sus
ojos inquisitivos me hicieron advertir en ella nuevos detalles: su piel
reluciente como seda cobriza a la luz del fuego, la doble curva de sus labios,
el destello de sus dientes blancos en contraste con la negritud de la noche y
la longitud de sus pestañas cuando bajaba la mirada al suelo.
Su
tez enrojecía algunas veces cuando se encontraba con la mirada emocionada de
Jared e inclinaba los ojos como si se avergonzara, y ella intentaba por todos
los medios mantenerlos apartados de él durante el mayor tiempo posible.
Al
mirarlos a ambos, sentí que comprendía mejor lo que Jacob me había explicado
acerca de la imprimación: «Es difícil resistirse a ese nivel de compromiso y
adoración».
"Bueno, entonces así es como voy a mirarte
entonces," dijo Edward con una sonrisa.
Kim
se estaba quedando dormida apoyada en el pecho de Jared y rodeada por sus
brazos. Supuse que allí iba a encontrarse muy calentita.
—Se
me está haciendo tarde —le cuchicheé a Jacob.
—No
empieces ya con eso —me replicó él con un hilo de voz, aunque lo cierto es que
la mitad de los allí presentes tenía el oído lo bastante agudo como para
escucharnos sin problemas—. Ahora viene lo mejor.
—
¿Qué va a suceder ahora? ¿Te vas a tragar una vaca entera tú solo?
"Eso no es posible. El se convierte en
lobo, no en serpiente," Emmett se rio entre dientes
Jacob
se rió entre dientes con su risa baja y ronca.
—No.
Ése es el número final. No sólo nos hemos reunido para zamparnos lo de una
semana entera. Técnicamente, ésta es una reunión del Consejo.
"Ja... eso es lo que yo pensaba,"
Carlisle sonrió.
Es
la primera a la que asiste Quil y él aún no ha oído las historias. Bueno, sí
que las ha oído, pero ésta es la primera vez que lo hace sabiendo que son
verdad. Eso hará que preste más atención. También es la primera vez de Kim,
Seth y Leah.
—
¿Historias?
Ahora Carlisle sonreía con anticipación
Jacob
saltó a mi lado donde se acomodó en un pequeño borde rocoso. Me pasó el brazo
por el hombro y me habló al oído un poco más bajito.
—Las
historias que siempre habíamos considerado leyendas —repuso—. La crónica de
cómo hemos llegado a ser lo que somos. La primera es la historia de los
espíritus guerreros.
"¿Espíritus Guerreros?, interesante,"
murmuro Carlisle.
El
susurro de Jacob fue casi como la introducción. La atmósfera cambió de forma
abrupta alrededor de los rescoldos del fuego. Paul y Embry se enderezaron.
Jared sacudió a Kim con suavidad y la ayudó a erguirse.
Emily
sacó un cuaderno de espiral y un bolígrafo. Adquirió el aspecto atento de un
estudiante ante una lección magistral. Sam se giró ligeramente a su lado, para
quedar frente al Viejo Quil, que estaba al otro lado. De pronto, me di cuenta
de que los ancianos del Consejo no eran tres, sino cuatro.
El
rostro de Leah Clearwater era aún una máscara hermosa e inexpresiva, cerró los
ojos, y no a causa de la fatiga, sino para concentrarse mejor. Su hermano se
inclinó hacia delante para escuchar a sus mayores con interés.
El
fuego chasqueó, lanzando otra explosión de chispas brillantes hacia la noche.
Billy
se aclaró la garganta y, con voz rica y profunda, comenzó la historia de los
espíritus guerreros sin otra presentación que el susurro de su hijo. Las
palabras fluyeron con precisión, como si o las supiera de memoria, aunque sin
perder por eso ni el sentimiento ni un cierto ritmo sutil, como el de una
poesía recitada por su propio autor.
"Me hace desear haberlo escuchado de él" dijo Carlisle. "Estoy seguro que la
historia es más poderosa de esa manera."
—Los quileute han sido pocos desde el
principio —comenzó Billy—. No
hemos llegado a desaparecer a pesar de lo escaso de nuestro número porque
siempre ha corrido magia por nuestras venas. No siempre fue la magia de la transformación,
eso acaeció después,
"¿Quieres decir que son cambiadores de
forma y no hombres lobos," dijo Emmett. "Tú crees que conoces a
alguien, y luego se cambian todas las reglas sobre el"
"Idiota". Alice hizo de nuevo su
imitación de Rosalie y Emmett se rió entre dientes - obviamente no era lo
mismo, pero todavía le divertía.
"Pero es evidente que no son verdaderos
hombres lobo de todas formas, ya que ellos no necesitaban la luna para
transformarse", dijo Carlisle.
Sino
que al principio, fue la de los espíritus guerreros.
Nunca
antes había sido consciente del tono de majestad que había en la voz de Billy
Black, aunque en ese momento comprendí que esa autoridad siempre había estado
allí.
El
bolígrafo de Emily corría por las páginas de papel procurando mantener su
ritmo.
—En
los primeros tiempos, la tribu se estableció en este fondeadero y adquirió gran
destreza en la pesca y en la construcción de canoas. El puerto era muy rico en
peces y el grupo, pequeño; por ello, pronto hubo quienes codiciaron nuestra
tierra, pues éramos pocos para contenerlos. Tuvimos que embarcarnos en las
canoas y huir cuando nos atacó una tribu más grande.
"No, no corran... pónganse de pie y
peleen," animo Emmett.
»Kaheleha
no fue el primer espíritu guerrero, pero no han llegado hasta nosotros las
historias acaecidas con anterioridad. No recordamos quién fue el que descubrió
este poder ni cómo se usó antes de esta situación crítica.
"Es una lástima. Han perdido un pedazo de su
historia” Carlisle frunció el ceño.
Kaheleha
fue el primer Espíritu Jefé de nuestra historia. Él se sirvió de la magia para
defender nuestra tierra en aquel trance.
ȃl
y todos los guerreros dejaron las canoas; no en carne y hueso, pero sí en
espíritu. Las mujeres se ocuparon de los cuerpos y las olas y los hombres
volvieron a tierra en espíritu.
»No
podían tocar físicamente a la tribu enemiga, pero disponían de otras formas de
lucha. La tradición detalla que hicieron soplar fuertes vientos sobre el
campamento enemigo; el viento aulló de tal modo que los aterrorizó.
"Cobardes", Emmett se mofó, "huyendo
de gritos".
Las
historias también nos dicen que los animales podían ver a los espíritus
guerreros y comunicarse con ellos, de modo que ellos los usaron a su antojo.
“¿Qué?
¿Usaron
ardillas para atacar?" Emmett se rió.
“"Creo que tal vez usaron lobos... o tal vez
osos o algo así" Edward sonrió.
»Kaheleha
desbarató la invasión con su ejército de espíritus. La tribu invasora traía
manadas de enormes perros de pelaje espeso que utilizaban para tirar de sus
trineos en el helado norte. Los espíritus guerreros volvieron a los canes
contra sus amos y luego atrajeron a una inmensa plaga de murciélagos desde las
cuevas de los acantilados. También usaron el aullido del viento para ayudar a
los perros a causar confusión entre los hombres. Al final, los perros y los
murciélagos vencieron.
"¡Vamos!,
perros y murciélagos... ¿No tienen ningún respeto por ti mismo, hombre?"
Dijo Emmett.
"Tu
sabes que estás hablando de sus invasores, cierto Em?" Preguntó Jasper.
"Umm...
están huyendo de los animales," Emmett se encogió de hombros.
Los
invasores supervivientes se dispersaron y consideraron el fondeadero como un
lugar maldito a partir de entonces. Los perros se volvieron salvajes cuando
fueron liberados por los espíritus guerreros. Los quileute volvieron a sus
cuerpos y con sus mujeres, victoriosos.
»Las
otras tribus vecinas, la de los hoh y los makah, sellaron tratados de paz con
los quileute, porque no querían tenérselas que ver con nuestra magia. Vivimos
en paz con ellos. Cuando un enemigo nos atacaba, los espíritus guerreros lo
dispersaban.
»Pasaron
muchas generaciones hasta la llegada del último Espíritu Jefe, Taha Aki,
conocido por su sabiduría y su talante pacífico. La gente vivía dichosa y feliz
bajo su cuidado.
»Pero
había un hombre insatisfecho: Utlapa.
Un
siseo bajo recorrió el círculo alrededor del fuego.
"Ah... así que supongo que era un buen
tipo", sonrió Emmett. "Esperemos que este chico sea mejor que los
otros hombres que huían de los animales."
Reaccioné
tarde y no logré detectar su procedencia. Billy hizo caso omiso al mismo y
continuó con la narración.
—Utlapa
era uno de los espíritus guerreros más fuertes del jefe Taha Aki, un gran
guerrero, pero también un hombre codicioso. Opinaba que nuestra gente debía
usar la magia para extender sus territorios, someter a los hoh y los makah y
erigir un imperio.
"Tener hambre por un
imperio sólo hará que su tribu sufra al final", dijo Carlisle.
"El poder no es lo que lleva a la felicidad... estar cerca de sus seres
queridos lo es," terminó con una sonrisa mientras apretaba la mano de Esme
»Pero,
los guerreros compartían los pensamientos cuando eran espíritus, por lo que
Taha Aki tuvo conocimiento de la ambición de Utlapa, se encolerizó con él, le
desterró y le ordenó no convertirse en espíritu otra vez. Utlapa era fuerte,
pero los guerreros del jefe le superaban en número, así que no le quedó otro
remedio que irse. El exiliado, furioso, se escondió en el bosque cercano a la
espera de una oportunidad para vengarse del jefe.
“¿Realmente tienen que echarlo de esta manera?"Esme
frunció el ceño."¿No podían simplemente hacer algo para que él no sea un
espíritu guerrero nunca más? "
"Me imagino que no habría ayudado si él acaba
de hacer eso", dijo Carlisle. "Me gustaría pensar que Taha Aki
tendría una gran compasión por su pueblo, ya que era conocido por tratar de
mantener la paz. Habría sido una decisión difícil echar a Utlapa de la tribu y
también supongo que él no tenía otra opción”.
»El Espíritu Jefe estaba alerta para
proteger a su gente incluso en tiempos de paz. Con tal propósito, frecuentaba un recóndito lugar sagrado en
las montañas en el que abandonaba su cuerpo para recorrer los bosques y la
costa y así cerciorarse de que no había ningún peligro.
»Un
día, Utlapa le siguió cuando Taha Aki se marchó a cumplir con su deber. Al
principio, sólo planeaba matarle, pero aquello tenía desventajas. Lo más
probable sería que los espíritus guerreros le buscaran para acabar con él y le
alcanzaran antes de que lograra escapar. Mientras se escondía entre las rocas
observando cómo se preparaba el jefe para abandonar su cuerpo, se le ocurrió
otro plan.
"Ah... El va a tomar ese cuerpo,"
Emmett dijo. "Esto es mucho más interesante. Me pregunto cómo va a salir
el jefe de esta."
»Taha
Aki abandonó su cuerpo en el lugar sagrado y voló con el viento para cuidar de
su pueblo. Utlapa esperó hasta asegurarse de que el espíritu del jefe se había
alejado una cierta distancia.
»Taha
Aki supo el momento exacto en que Utlapa se le unió en el mundo de los
espíritus y también se percató de sus propósitos homicidas. Volvió a toda velocidad
hacia el lugar sagrado, pero incluso los vientos fueron incapaces de ir lo
bastante rápido para salvarle. A su regreso, su cuerpo se había marchado ya y
el de Utlapa yacía abandonado, pero su enemigo no le había dejado ninguna vía
de escape, porque había cortado su propia garganta con las manos de Taha Aki.
"Eso es un poco inquietante, ¿no es así?"
Preguntó Emmett, "Asesinar a tu propio cuerpo."
"Pero tiene sentido... incluso si estuvieran
en los cuerpos opuestos Taha Aki habría planteado una amenaza real para los
planes de Utlapa," dijo Jasper.
»El
Espíritu Jefe siguió a su cuerpo mientras bajaba la montaña e increpó a Utlapa,
pero éste le ignoró como si no fuera más que viento.
»Taha
Aki presenció con desesperación cómo Utlapa usurpaba su puesto como jefe de los
quileute. Lo único que hizo el traidor durante las primeras semanas fue
cerciorarse de que nadie descubría su impostura. Luego, empezaron los cambios,
porque el primer edicto de Utlapa consistió en prohibir a todos los guerreros
entrar en el mundo de los espíritus. Alegó que había tenido la visión de un
peligro, pero lo cierto era que estaba asustado. Sabía que Taha Aki estaría
esperando el momento de contar su historia. Utlapa también temía entrar en el
mundo de los espíritus, sabiendo que en ese caso, Taha Aki reclamaría su cuerpo
rápidamente. Así pues, sus sueños de conquista con un ejército de espíritus
guerreros eran imposibles, por lo que se contentó con gobernar la tribu. Se
convirtió en un estorbo, siempre a la búsqueda de privilegios que Taha Aki
jamás había reclamado, rehusando trabajar codo a codo con los demás guerreros,
y tomando otra esposa joven, la segunda, y después una tercera, a pesar de que
la primer esposa de Taha Aki aún vivía, algo que nunca se había visto en la
tribu.
"No es muy sutil, ¿verdad?" Dijo Emmett.
"Pensé que la sutileza estaba
sobrevalorada", sonrió con malicia Alice.
"Lo está," dijo Emmett. "Simplemente
no lo es cuando estás poseyendo a otra persona."
El
Espíritu Jefe lo observaba todo con rabia e impotencia.
»Hubo
un momento en que incluso Taha Aki quiso matar su propio cuerpo para salvar a
la tribu de los excesos de Utlapa. Hizo bajar a un lobo fiero de las montañas,
pero el usurpador se escondió detrás de sus guerreros. Cuando el lobo mató a un
joven que estaba protegiendo al falso jefe, Taha Aki sintió una pena terrible
"Creo que sí," dijo Edward con un ceño
fruncido, que compartió con Carlisle.
Y
por eso, ordenó al lobo que se marchara.
»Todas
las historias nos dicen que no era fácil ser un espíritu guerrero. Liberarse
del propio cuerpo resultaba más aterrador que excitante y ése es el motivo por
el que reservaban el uso de la magia para los tiempos de necesidad. Los
solitarios viajes de vigilia del jefe habían sido siempren una molestia y un
sacrificio, ya que estar sin cuerpo desorientaba y era una experiencia horrible
e incómoda. Taha Aki llevaba ya tanto tiempo fuera de su cuerpo que llegó a
estar al borde de la agonía. Se sentía maldito y creía que, atrapado para
siempre en el martirio de esa nada, jamás podría cruzar a la tierra del más
allá, donde le esperaban los ancestros.
"Hum..." dijo Edward, pensativo.
"Hay algunos paralelismos entre nosotros"
dijo Carlisle, mirando a su hijo como si él fuera el único que podía leer la
mente, y no al revés. "Pero hay que ver que no es la misma cosa..."
"No Carlisle, realmente puedo ver eso
ahora," dijo Edward, pensativo y frunciendo el ceño. "Tienes razón en
que yo pensaba de esa manera antes, no la parte de la agonía, ya que esta existencia
no fue dolorosa para mí... solo estaba ahí. Y he pensado en el nada y que mas
habría después de esto, pero ahora es diferente. Puedo ver que cuando tienes a
tu otra mitad, esa existencia es diferente”
"Hmm...", dijo Carlisle, sonriendo esta
vez, mirando a Esme primero y luego al resto de su familia. "Aunque
todavía no estoy dispuesto a renunciar a mi teoría, que no es un mal
pensamiento."
"No... en realidad no lo es," Edward le
devolvió la sonrisa.
»El
gran lobo siguió al espíritu del jefe a través de los bosques mientras se retorcía
y se contorsionaba en su sufrimiento. Era un animal muy grande y bello entre
los de su especie. De pronto, el jefe sintió celos del estúpido lobo que, al
menos, tenía un cuerpo y una vida. Incluso una existencia como animal sería
mejor que esa horrible conciencia de la nada.
"Oh", Carlisle exclamó, su concentración firme
en el libro. "Eso es lo que pasó"
»Y
entonces, Taha Aki tuvo la idea que nos hizo cambiar a todos. Le rogó al gran
lobo que le hiciera sitio en su interior para compartir su cuerpo y éste se lo
concedió. Taha Aki entró en el cuerpo de la criatura con alivio y gratitud. No
era su cuerpo humano, pero resultaba mejor que la incorporeidad del mundo de
los espíritus.
»El
hombre y el lobo regresaron al poblado del puerto formando un solo ser. La
gente huyó despavorida y reclamó a gritos la presencia de los guerreros, que
acudieron a enfrentarse a la bestia con sus lanzas. Utlapa, por supuesto,
permaneció escondido y a salvo.
"Estúpido cobarde," Emmett miró. "Mátalo,
lobo Aki!"
“ES Taha Aki” Carlisle lo corrigió.
“Lo que sea” respondió Emmett sin realmente
importarle mucho.
»Taha
Aki no atacó a sus guerreros. Retrocedió lentamente ante ellos, hablándoles con
los ojos e intentando aullar las canciones de su gente. Los guerreros
comenzaron a darse cuenta de que no era un animal corriente y que lo poseía un
espíritu. Un viejo luchador, de nombre Yut, decidió desobedecer la orden del
falso jefe e intentó comunicarse con el lobo.
»Tan
pronto como Yut cruzó al mundo de los espíritus, Taha Aki dejó al lobo, el
animal esperó obedientemente su regreso, para hablar con él. Yut comprendió la
verdad al instante y dio la bienvenida al verdadero jefe a su casa.
»En
este momento, Utlapa apareció para ver si habían derrotado al carnívoro. Cuando
descubrió que Yut yacía sin vida en el suelo, rodeado por los guerreros que le
protegían, se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo. Sacó su cuchillo y corrió
a matar a Yut antes de que pudiera regresar a su cuerpo.
»—
¡Traidor! —exclamó, y los guerreros no supieron qué hacer. El jefe había
prohibido los viajes astrales y a él correspondía administrar el castigo a
quienes desobedecían.
»Yut
saltó dentro de su cuerpo, pero Utlapa tenía ya el cuchillo en su garganta y le
había cubierto la boca con una mano. El cuerpo de Taha Aki era fuerte y Yut
estaba debilitado por la edad, así que no pudo decir ni una palabra para avisar
a los otros antes de que Utlapa lo silenciara para siempre.
"Estúpido", gruñó Emmett, que parecía
apreciar la valentía que Yut había demostrado.
»Taha Aki observó cómo el espíritu de Yut se
deslizaba hacia las tierras del más allá, que le estaban vedadas por toda la
eternidad. Le abrumó una ira superior a cualquier otro sentimiento que había
experimentado hasta ese momento. Volvió al cuerpo del gran lobo con la
intención de desgarrar la garganta de Utlapa pero, en cuanto se unió a la
bestia, acaeció un gran acontecimiento mágico.
»La
ira de Taha Aki era la de un hombre, el amor que profesaba por su gente y el
odio por su opresor fueron emociones demasiado humanas, demasiado grandes para
el cuerpo del animal, así que éste se estremeció y Utlapa se transformó en un
hombre ante los ojos de los sorprendidos guerreros.
"Muy interesante", dijo Carlisle.
"Si eso es realmente lo que pasó, es
increíble", dijo Emmett.
"¿No crees que tienen razón?" Preguntó
Jasper.
"Es una historia increíble", dijo
Carlisle. "Es difícil de creer, pero hay tantas cosas que suceden en
nuestro mundo, que son increíbles... Y tienen una larga memoria. De hecho, creo
que esto tiene una posibilidad muy alta de ser real a causa de ese hecho. Sólo
me hubiera gustado que hubiera algo como esto que nos diga de dónde venimos...
cómo los vampiros llegamos a existir”.
»El
nuevo hombre no tenía el mismo aspecto que el cuerpo de Taha Aki, sino que era mucho
más glorioso: la interpretación en carne del espíritu de Taha Aki. Los
guerreros le reconocieron al momento, porque ellos habían volado con el
espíritu de Taha Aki.
«Utlapa
intentó huir, pero el nuevo Taha Aki tenía la fuerza de un lobo, por lo que capturó
al suplantador y aplastó el espíritu dentro de él antes de que pudiera salir
del cuerpo robado.
»La
gente se alegró al comprender lo ocurrido. Taha Aki rápidamente puso todas las
cosas en su sitio, trabajando otra vez con su gente y devolviendo de nuevo a
las esposas con sus familias. El único cambio que mantuvo fue el fin de los
viajes espirituales, sabedor de su peligro ahora que ya existía la idea de
robar vidas con ellos. No hubo más espíritus guerreros.
"Y dio comienzo a los hombres lobos",
dijo Emmett. "Me pregunto si los lobos se esforzaran lo suficiente podrían
convertirse en los espíritus guerreros ahora."
"Hm...", dijo Carlisle pensativo.
"Me imagino que con los años ellos han perdido el conocimiento de cómo
hacer eso..."
"¿Pero no es eso lo que has pensado acerca de
las cosas de lobos?" Preguntó Emmett.
"Sí," Carlisle frunció el ceño brevemente
antes de continuar con su teoría, "pero eso es un poco diferente. Parece
que el lobo es parte de su genética... ellos nacen de esa manera. Pero el espíritu
guerrero, creo que era algo que habían aprendido y pasado de generación en
generación”.
"Como sea," Emmett se encogió de hombros
.»Desde
entonces en adelante, Taha Aki fue más que un lobo o un hombre. Le llamaron
Taha Aki, el Gran Lobo, o Taha Aki, el Hombre Espíritu. Lideró la tribu durante
muchos, muchos años, porque no envejecía. Cuando amenazaba algún peligro,
volvía a adoptar su forma de lobo para luchar o asustar al enemigo, y así la
tribu vivió en paz. Taha Aki tuvo una prolífica descendencia y muchos de sus
hijos, al llegar la edad de convertirse en hombres, también se convertían en
lobos. Todos los lobos eran diferentes entre sí, porque eran espíritus lobo y
reflejaban al hombre que llevaban dentro.
—Por
eso Sam es negro del todo —murmuró Quil entre dientes, sonriendo—. Corazón
negro, pelaje negro.
Emmett resoplo ante eso.
Yo
estaba tan inmersa en la historia que fue un shock regresar a la realidad, al
círculo en torno a las llamas agonizantes. Con sorpresa, me di cuenta de que el
círculo se componía de los tataranietos de los tataranietos de los tataranietos
de Taha Aki. O más aún. A saber cuántas generaciones habrían pasado.
"Sí," Carlisle asintió con la cabeza; la
teoría genética parecía confirmarse por eso.
El
fuego arrojó una lluvia de chispas al cielo, donde temblaron y bailaron,
adquiriendo formas casi indescifrables.
—
¿Y qué es lo que refleja tu pelambrera de color chocolate? —Respondió Sam a
Quil entre susurros—. ¿Lo dulce que eres?
Emmett se rió más fuerte en esto.
Billy
ignoró sus bromas.
—Algunos
de sus hijos se convirtieron en los guerreros de Taha Aki y tampoco
envejecieron. Otros se negaron a unirse a la manada de hombres lobo porque les
disgustaban las transformaciones, y éstos sí envejecían. Con los años, la tribu
descubrió que los licántropos podían hacerse ancianos como cualquiera si
abandonaban sus espíritus lobo. Taha Aki vivió el mismo periodo de tiempo que
tres hombres. Se casó con una tercera mujer después de que murieran otras dos y
encontró en ella la verdadera compañera de su espíritu, y aunque también amó a
las otras dos, con ésta experimentó un sentimiento más intenso. Así que decidió
abandonar a su espíritu lobo para poder morir con ella.
"Así que, me imagino que están
diciendo que ella era su impronta," dijo Edward.
»Y
así fue como llegó a nosotros la magia, aunque no es el final de la historia...
Miró
al anciano Quil Ateara, que cambió de postura en su silla y estiró sus frágiles
hombros. Billy bebió de una botella de agua y se secó la frente. El bolígrafo
de Emily no paró y continuó garabateando furiosamente en el papel.
—Esa
fue la historia de los espíritus guerreros —comenzó el Viejo Quil con su aguda
voz de tenor—. Y ésta es la historia del sacrificio de la tercera esposa.
Edward se estremeció y miraba tenso por alguna
razón.
"¿Qué pasó?" Preguntó Jasper, dándole una
mirada confusa.
"Realmente no lo sé," dijo Edward con el
ceño fruncido, mirándolo casi igual de confundido
«Muchos
años después de que Taha Aki abandonara su espíritu lobo, cuando había
alcanzado la edad provecta, estallaron problemas en el norte con los makah a
causa de la desaparición de varias jóvenes de su tribu. Los makah culpaban de
ello a los lobos vecinos, a los que temían y de los que desconfiaban. Los
hombres lobo podían acceder al pensamiento de los demás mientras estaban en
forma lupina, del mismo modo que sus ancestros cuando adquirían su forma de
espíritu, por lo que sabían que ninguno de ellos estaba involucrado. Taha Aki
intentó tranquilizar al jefe de los makah, pero había demasiado miedo. Él no
quería arriesgarse a una lucha, pues ya no era un guerrero en condiciones de
llevar a la tribu al combate. Por eso, encomendó a su hijo lobo Taha Wi, el
mayor, la tarea de descubrir al verdadero culpable antes de que se desataran
las hostilidades.
»Taha
Wi emprendió una búsqueda por las montañas con cinco lobos de su manada en pos
de cualquier evidencia de las desaparecidas. Hallaron algo totalmente novedoso:
un extraño olor dulzón en el bosque que les quemaba la nariz hasta el punto de
hacerles daño.
"Mmm..." Carlisle bajó la cabeza.
"Es un vampiro. Sabía que tenían que pasar esto en algún momento..."
"Sí, ellos tenían que haber aprendido acerca
de nosotros de alguna forma," dijo Emmett. "Me pregunto cuántos lobos
había..."
"Me temo que los lobos estarán en desventaja
esta vez, incluso si son numerosos," Carlisle frunció el ceño. "No
tienen ni idea acerca de los vampiros o cómo tratar con ellos..."
"Oh, querido," Esme suspiró, temblando un
poco.
Me
encogí un poco al lado de Jacob. Vi cómo una de las comisuras de sus labios se
torcía en un gesto de sonrisa y su brazo se tensó a mí alrededor.
"¿Por qué ese humor, perrito?" Preguntó
Emmett.
"Porque ella está, obviamente, preocupada por
los lobos", dijo Esme.
"Y con miedo a los vampiros," Edward
añadió, casi sonriendo, pero él parecía molesto al mismo tiempo.
—No
conocían a ninguna criatura que dejara semejante hedor, pero lo rastrearon
igualmente —continuó el Viejo Quil. Su voz temblorosa no tenía la majestad de
la de Billy, pero sí un extraño tono afilado, urgente, feroz. Se me aceleró el
pulso conforme sus palabras adquirieron velocidad—.
Carlisle sonrió. "Al parecer, ellos saben cómo hacer que sus narraciones
sean efectivas."
Encontraron
débiles vestigios de fragancia y sangre humanas a lo largo del rastro. Estaban
convencidos de seguir al enemigo adecuado.
»El
viaje les llevó tan al norte que Taha Wi envió de vuelta al puerto a la mitad
de la manada, a los más jóvenes, para informar a Taha Aki.
"Eso probablemente no es una buena
idea," Carlisle dijo frunciendo el ceño.
»Taha
Wi y sus dos hermanos nunca regresaron.
"Oh, querido," Esme suspiro de
nuevo, inclinándose en el pecho de Carlisle esta
vez.
»Los
más jóvenes buscaron a sus hermanos mayores, pero sólo hallaron silencio. Taha
Aki lloró a sus hijos y deseó vengar su muerte, pero ya era un anciano. Vistió
sus ropas de duelo y acudió en busca del jefe de los makah para contarle lo
acaecido. El jefe makah creyó en la sinceridad de su dolor y desaparecieron las
tensiones entre las dos tribus.
»Un
año más tarde, desaparecieron de sus casas dos jóvenes doncellas makah en la
misma noche. Los makah llamaron a los lobos quileute rápidamente, que
descubrieron el mismo olor dulzón por todo el pueblo. Los lobos salieron de
caza de nuevo.
»Sólo
uno regresó. Era Yaha Uta, el hijo mayor de la tercera esposa de Taha Aki, y el
más joven de la manada. Se trajo con él algo que los quileute jamás habían
visto antes, un extraño cadáver pétreo y frío despedazado.
"Tienen que quemarlos," Emmett
dijo. "¿Ellos no saben eso?"
"Er... No estoy seguro," dijo
Carlisle.
Todos
los que tenían sangre de Taha Aki, incluso aquellos que nunca se habían
transformado en lobos, aspiraron el olor penetrante de la criatura muerta. Este
era el enemigo de los makah.
»Yaha
Uta contó su aventura: sus hermanos y él encontraron a la criatura con
apariencia de un hombre, pero duro como el granito, con las dos chicas makah.
Una ya estaba muerta en el suelo, pálida y desangrada. La otra estaba en los
brazos de la criatura, que mantenía la boca pegada a su garganta. Quizá aún
vivía cuando llegaron a la espantosa escena, pero aquel ser rápidamente le
partió el cuello y tiró el cuerpo sin vida al suelo mientras ellos se
aproximaban. Tenía los labios blancos cubiertos de sangre y los ojos le
brillaban rojos.
"Que terrorífica imagen," Emmett
dijo.
»Yaha
Uta describió la fuerza y la velocidad de la criatura. Uno de sus hermanos se
convirtió muy pronto en otra víctima al subestimar ese vigor. La criatura le
destrozó como a un muñeco.
Esme que estaba mordiéndose el labio, se estremeció
al oír eso.
Yaha
Uta y su otro hermano fueron más cautos y atacaron en equipo, mostrando una
mayor astucia al acosar a la criatura desde dos lados distintos. Tuvieron que
llegar a los límites extremos de su velocidad y fuerza lobuna, algo que no
habían tenido que probar hasta ese momento. Aquel ser era duro como la piedra y
frío como el hielo. Se dieron cuenta de que sólo le hacían daño sus dientes,
por lo que en el curso de la lucha fueron arrancándole trozos de carne a
mordiscos.
»Pero
la criatura aprendía rápido y pronto empezó a responder a sus maniobras.
Consiguió ponerle las manos encima al hermano de Yaha Uta y éste encontró un
punto indefenso en la garanta del ser de hielo, y lo atacó a fondo. Sus dientes
le arrancaron la cabeza, pero las manos del enemigo continuaron destripando a
su hermano.
»Yaha
Uta despedazó a la criatura en trozos irreconocibles y los arrojó a su
alrededor en un intento desesperado de salvar a su hermano. Fue demasiado
tarde, aunque al final logró destruirla.
»O
eso pensó al menos. Yaha Uta llevó los restos que quedaron para que fueran
examinados por los ancianos. Una mano cortada estaba al lado de un trozo del
brazo granítico de la criatura. Las dos piezas entraron en contacto cuando los
ancianos las movieron con palos y la mano se arrastró hacia el brazo,
intentando unirse de nuevo.
»Horrorizados,
los ancianos incineraron los restos.
"Así que, parece que ellos saben
eso", dijo Carlisle.
"Bueno. No quiero ni pensar que
Laurent hubiera vuelto a reemsamblarse y estuviera ahí fuera en alguna
parte," dijo Edward sombríamente.
El
aire se contaminó con una gran nube de humo asfixiante y repulsiva. Cuando sólo
quedaron cenizas, las dividieron en pequeñas bolsitas y las esparcieron muy
lejos y separadas unas de otras, algunas en el océano, otras en el bosque, el
resto en las cavernas del acantilado. Taha Aki anudó una bolsita alrededor de
su cuello, con la finalidad de poder dar la alarma en caso de que la criatura
intentara rehacerse de nuevo.
El
Viejo Quil hizo una pausa y miró a Billy, que alzó una cuerda de cuero anudada
a su cuello de cuyo extremo pendía una bolsita renegrida por el paso del
tiempo.
"Er... eso es un poco escalofriante..."
dijo Emmett. "Tal vez deberíamos decirles que después de que nos quemamos,
no podemos regenerarnos."
Varios
oyentes jadearon. Probablemente yo fui una de ellas.
—Le
llamaron el Frío, el bebedor de sangre, y vivieron con el miedo de que no
estuviera solo pues la tribu contaba únicamente con un lobo protector, el joven
Yaha Uta.
»Enseguida
salieron de dudas. La criatura tenía una compañera, otra bebedora de sangre,
que vino a las tierras de los quileute clamando venganza.
"Esto no bueno," Dijo Esme, viéndose
preocupada.
"Ellos estarán bien," Carlisle le
aseguro.
»Las
historias sostienen que la Mujer Fría era la criatura más hermosa que habían
visto los ojos humanos.
"Mmm..." Todos oyeron un ruido desde el
exterior y un segundo después Rosalie estaba de vuelta en la habitación. "Parece
que no me mantuve fuera lo suficiente..."
"¿Qué pasa Rose?... ¿estás celosa de la Mujer
Fría?" Edward sonrió con malicia.
Rosalie sólo lo miro mal.
"¿O simplemente estás muriendo por escuchar lo
que sucede a continuación en el libro?" Edward siguió sonriendo.
"Cállate, Edward," siseó Rosalie, tomando
asiento.
Parecía
una diosa del amanecer cuando entró en el pueblo aquella mañana; el sol brilló
de pronto e hizo resplandecer su piel blanca y el cabello dorado que flotaba
hasta sus rodillas. Tenía una belleza mágica, con los ojos negros y el rostro
pálido. Algunos cayeron de rodillas y la adoraron.
»Pidió
algo en una voz alta y penetrante, en un idioma que nadie había escuchado
antes. La gente se quedó atónita sin saber qué contestarle. No había nadie del
linaje de Taha Aki entre los testigos, salvo un niño pequeño. Este se colgó de
su madre y gritó que el olor de la aparición le quemaba la nariz.
"No," Esme dijo y se volvió a los
brazos de Carlisle, que de inmediato se apretaron alrededor de ella.
Uno de los ancianos, que iba de camino hacia el Consejo,
escuchó al muchacho y se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo. Ordenó la
huida a voz en grito. Ella le mató a él en primer lugar.
»Sólo
sobrevivieron dos de los veinte testigos de la llegada de la Mujer Fría, y ello
gracias a que la sangre la distrajo e hizo una pausa en la matanza para saciar
su sed. Esos dos supervivientes corrieron hacia donde estaba Taha Aki, sentado
en el Consejo con los otros ancianos, sus hijos y su tercera esposa.
»Yaha
Uta se transformó en lobo en cuanto oyó las noticias y se fue solo para
destruir a la bebedora de sangre. Taha Aki, su tercera esposa, sus hijos y los
ancianos le siguieron.
»Al
principio no encontraron a la criatura, sólo los restos de su ataque: cuerpos
rotos, desangrados, tirados en el camino por el que había llegado. Entonces,
oyeron los gritos y corrieron hacia el puerto.
»Un
puñado de quileutes había corrido hacia las canoas en busca de refugio. Ella
nadó hacia ellos como un tiburón y rompió la proa de la embarcación con su
fuerza prodigiosa. Cuando la canoa se fue a pique, atrapó a quienes intentaban
apartarse a nado y los mató también.
»Se
olvidó de los nadadores que se daban a la fuga cuando atisbo al gran lobo en la
playa. Nadó tan deprisa que se convirtió en un borrón y llegó, mojada y
gloriosa, a enfrentarse con Yaha Uta. Le señaló con un dedo blanco y le
preguntó algo incomprensible. Yaha Uta esperó.
»Fue
una lucha igualada. Ella no era un guerrero como su compañero, pero Yaha Uta
estaba solo y nadie pudo distraerla de la furia que concentró en él.
«Cuando
Yaha Uta fue vencido, Taha Aki gritó desafiante. Calló hacia delante y se
transformó en un lobo anciano, de hocico blanco. Estaba viejo, pero era Taha
Aki, el Hombre Espíritu, y la ira le hizo fuerte. La lucha comenzó de nuevo.
»La
tercera esposa de Taha Aki acababa de ver morir a su hijo. Ahora era su marido
el que luchaba y ella había perdido la esperanza de que venciera. Había
escuchado en el Consejo cada palabra pronunciada por los testigos de la
matanza. Había oído la historia de la primera victoria de Yaha Uta y sabía que
su difunto hijo triunfó en aquella ocasión gracias a la distracción causada por
su hermano.
Una vez más, Edward se estremeció, pero esta vez
parecía entender por qué.
»La
tercera esposa tomó un cuchillo del cinturón de uno de los hijos que estaban a
su lado. Todos eran jóvenes, aún no eran hombres, y ella sabía que morirían
cuando su padre perdiera.
»Corrió
hacia la Mujer Fría con la daga en alto. Ésta sonrió, sin distraerse apenas de
la lucha con el viejo lobo. No temía ni a la débil humana ni al cuchillo, que
apenas le arañaría la piel. Estaba dispuesta ya a descargar el golpe de gracia
sobre Taha Aki.
"Por supuesto que no," se burlo
Emmett, aunque todo el mundo parecía darse cuenta de lo que iba a ocurrir a
continuación.
»Y entonces la tercera esposa hizo algo inesperado.
Cayó de rodillas ante la bebedora de sangre y se clavó el cuchillo en el
corazón.
"¡No!" Edward apretó los dientes.
"¿Por qué te enojas?" Preguntó
Jasper.
"Porque él no quiere que Bella conozca
esta historia," respondió Alice. Que tenia la misma conclusión que Edward,
aunque estaba más preocupada que enojada. “Bella podría hacer algo similar si pensaba que iba a ayudar a
que cualquiera de ellos sobreviviera.”
"Cierto," Jasper palideció un
poco. "Esto no es bueno."
»La
sangre borbotó entre los dedos de la tercera esposa y salpicó a la Mujer Fría , que no pudo
resistir el cebo de la sangre fresca que abandonaba el cuerpo de la mujer
agonizante, y de modo instintivo, se volvió hacia ella, totalmente consumida
durante un segundo por la sed.
»Los
dientes de Taha Aki se cerraron en torno a su cuello.
»Ese
no fue el final de la lucha, ya que ahora Taha Aki no estaba solo. Al ver morir
a su madre, dos de sus jóvenes hijos sintieron tal ira que brotaron de ellos
sus espíritus lobo, aunque todavía no eran hombres.
"Esos pobres chicos," dijo Esme.
Carlisle se limitó a abrazarla, a pesar de
que tenía una mirada pensativa y triste también.
"Probablemente", dijo Edward,
mirando a su padre. Cualquier pensamiento de Carlisle, era obvio que no quería
molestar más a Esme.
Consiguieron
acabar con la criatura, junto con su padre.
»Taha
Aki jamás volvió a reunirse con la tribu. Nunca volvió a convertirse en hombre.
Permaneció echado todo un día al lado del cuerpo de la tercera esposa, gruñendo
cada vez que alguien intentaba acercársele, y después se fue al bosque para no
regresar jamás.
»Apenas
hubo problemas con los fríos a partir de aquel momento. Los hijos de Taha Aki
protegieron a la tribu hasta que sus propios hijos alcanzaron la edad necesaria
para ocupar su lugar. Nunca hubo más de tres lobos a la vez, porque ese número
era suficiente. Algún bebedor de sangre aparecía por estas tierras de vez en
cuando, pero caían víctimas de la sorpresa, ya que no esperaban a los lobos.
Alguna vez moría algún protector, pero nunca fueron diezmados como la primera
vez, pues habían aprendido a luchar contra los fríos y se transmitieron el
conocimiento de unos a otros, de mente a mente, de espíritu a espíritu, de
padre a hijo.
"Los hace enemigos muy eficaces,"
dijo Jasper. "La mayoría de los vampiros subestimarían instantáneamente su
poder y tendrían una ventaja al principio."
"Por supuesto, eso no les ayuda mucho
con nosotros," dijo Edward.
"No, realmente no llegan a nuestro
nivel" asintió Jasper, luciendo un poco complacido por eso.
"Otra razón por la que estoy seguro de que
ellos no quieren una pelea de verdad con nosotros, es que hay una probabilidad
mucho mayor de que pierdan un ser querido", añadió Carlisle.
»El
tiempo pasó y los descendientes de Taha Aki no volvieron a convertirse en lobos
cuando alcanzaban la hombría. Los lobos sólo regresaban en momentos
esporádicos, cuando un frío aparecía cerca. Los fríos venían de uno en uno o en
parejas y la manada continuó siendo pequeña.
«Entonces,
apareció un gran aquelarre y nuestros propios tatarabuelos se prepararon para
luchar contra ellos.
"Pero ellos eran demasiado increíbles
para vencerlos, incluso había uno grande con músculos y hoyuelos que los
aterrorizaba", dijo Emmett a carcajadas.
"Idiota," dijo Rosalie, rodando
los ojos.
"Te extrañé, nena," Emmett le dio
una amplia sonrisa que ella sólo pudo atinar a devolvérsela.
Sin
embargo, el líder habló con Ephraim Black como si fuera un hombre y le prometió
no hacer daño a los quileute. Sus extraños ojos amarillos eran la prueba de que
ellos no eran iguales a los otros bebedores de sangre.
"Lo sabía," Carlisle sonrió cuando otra
de sus teorías fue confirmada.
“La historia se torna interesante” dijo Emmett
acariciando su barbilla tratando de lucir un hombre sabio.
Superaban
en número a los lobos, así que no había necesidad de que los fríos ofrecieran
un tratado cuando podían haber ganado la lucha. Ephraim aceptó. Permanecieron
fieles al pacto, aunque su presencia sirvió de atracción para que vinieran
otros.
"Hm... supongo que eso es
cierto," Carlisle frunció el ceño, "pero tratamos de dejar en claro
que no debían cazar en la zona."
»El
aumento del aquelarre forzó a que la manada fuera la mayor que la tribu había
visto jamás —continuó el Viejo Quil y durante un momento sus ojos negros, casi
enterrados entre las arrugas de la piel que los rodeaban, parecieron pararse en
mí—, excepto, claro, en los tiempos de Taha Aki —luego, suspiró—. Y así los
hijos de la tribu otra vez cargan con la responsabilidad y comparten el
sacrificio que sus padres soportaron antes que ellos.
Se
hizo un profundo silencio que se alargó un rato. Los descendientes vivos de la
magia y la leyenda se miraron unos a otros a través del fuego con los ojos
llenos de tristeza. Todos menos uno.
—Responsabilidad
—resopló en voz baja—. A mí me parece guay —el grueso labio inferior de Quil
sobresalía un poco.
"También me gusta ese chico", se rió
Emmett.
Al
otro lado del fuego, Seth Clearwater, cuyos ojos estaban dilatados por el
halago de pertenecer a la hermandad de protectores de la tribu, asintió,
plenamente de acuerdo.
Billy
rió entre dientes durante unos momentos y la magia pareció desvanecerse entre
las brasas resplandecientes. De pronto, sólo había un círculo de amigos y nada
más. Jared le tiró una piedrecilla a Quil y todo el mundo se rió cuando éste se
sobresaltó. El murmullo de las conversaciones en voz baja se extendió
alrededor, lleno de bromas y con naturalidad.
Leah
Clearwater mantuvo los ojos cerrados. Me pareció ver brillar en su mejilla algo
parecido a una lágrima, pero ya no había nada cuando volví a mirarla un momento
después.
“Pobre chica, ojala pronto encuentro a su otra mitad”
suspiro Esme.
Ni
Jacob ni yo hablamos. Él permanecía absolutamente inmóvil a mi lado; su
respiración era tan profunda y regular que creí que estaba a punto de dormirse.
Mi
mente estaba a miles de años de allí. No pensaba en Yaha Uta ni en los otros
lobos ni en la hermosa Mujer Fría, ya que podía imaginármela con mucha
claridad.
"¿Cómo puede ella imaginársela
fácilmente?" Dijo Emmett.
"Me imagino que ella está pensando en
Victoria... ella es la mujer fría, entremetiéndose su vida, después de todo", dijo Carlisle.
No,
mi mente buscaba algo totalmente alejado de la magia. Estaba intentando
imaginarme el rostro de la mujer sin nombre, la que había salvado a toda la
tribu, la tercera esposa.
"Argh," Edward gimió. "¿Realmente
tenían que contar esa historia tan estúpida?"
"Es parte de su historia, hijo, "dijo
Carlisle con calma.
Se
trataba de una simple mortal sin poderes especiales ni ningún otro don. Era más
débil que cualquiera de los otros monstruos que poblaban la historia, pero ella
había sido la clave, la solución. Había salvado a su marido, a sus hijos, a la
tribu.
Me
hubiera gustado que recordaran su nombre...
"Parece una lástima que ellos no", Esme
frunció el ceño, "después de todo lo que ella hizo por ellos."
Alguien
me sacudió el brazo.
—Eh,
vamos, Bella —me dijo Jacob al oído—. Regresa.
Parpadeé
y busqué el fuego, que parecía haber desaparecido. Miré hacia la inesperada
oscuridad, intentando ver a mi alrededor. Tardé casi un minuto en darme cuenta
de que ya no estábamos en los acantilados. Jacob y yo nos hallábamos solos.
Todavía estaba reclinada contra su hombro, pero no en el suelo.
¿Cómo
había llegado al coche de Jacob?
—Ay,
cielos —respiré entrecortadamente cuando me di cuenta de que me había quedado
dormida—. ¿Qué hora es? Maldita sea, ¿dónde he guardado ese estúpido móvil?
“Aw, es tiempo de volver con el papi Edward” se quejo Emmett
recibiendo un golpe en la nuca cortesía de Edward.
Palmeé
mis bolsillos, frenética, y no había nada en ellos.
—Calma,
aún no es medianoche y ya le he llamado yo. Mira, te está esperando.
—
¿Medianoche? —repetí de manera estúpida, todavía desorientada. Miré hacia la
oscuridad y se me aceleró el pulso cuando entrevi la forma del Volvo, a unos
veintitantos metros. Alcé la mano hacia la manilla.
Edward sonrió con aire de suficiencia a eso.
—Toma
—dijo Jacob mientras depositaba un objeto pequeño en la palma de mi otra mano. Era
el móvil.
—
¿Has llamado a Edward en mi lugar?
Mis
ojos ya se habían acostumbrado lo suficiente a la oscuridad para ver el
repentino relumbrar de la sonrisa de mi amigo.
—Supuse
que podría pasar un rato más contigo si jugaba bien mis cartas.
"Eso es cierto," Se vio forzado a
admitir Edward.
—Gracias,
Jake —repuse, emocionada—. Te lo agradezco de verdad, y también por haberme
invitado esta noche. Ha sido... —me faltaban palabras—. Guau, ha sido algo
realmente especial.
—Y
eso que no te has quedado para ver cómo me tragaba una vaca entera —
“Bella se pierde las partes geniales” refunfuño Emmett por
lo bajo.
se
echó a reír—. Sí, me alegro de que te haya gustado. Ha sido... estupendo para
mí. El tenerte aquí, me refiero.
Atisbé
un movimiento en la lejanía, donde parecía pasear una especie de espectro cuya
blancura se recortaba contra los árboles oscuros.
—Vaya,
no es tan paciente, ¿a que no?—
"Eddy nunca ha sido, y nunca será
paciente" Emmett se carcajeo.
"Eso es brillante viniendo de
ti," Edward asintió estando de acuerdo.
Comentó
Jacob, notando mi distracción—. Vete ya, pero vuelve pronto, ¿vale?
—Seguro,
Jake —le prometí, abriendo el coche. El aire frío me recorrió las piernas y me
hizo temblar.
—Duerme
bien, Bella. No te preocupes por nada. Estaré vigilándote toda la noche. Me
paré, con un pie ya en el suelo.
—No,
Jake. Descansa un poco. Estaré bien.
—Vale,
vale —repuso, pero sonó más paternal que otra cosa.
—Buenas
noches, Jake. Gracias.
—Buenas
noches, Bella —me susurró, mientras yo me apresuraba a través de la oscuridad.
Edward
me recogió en la divisoria.
—Bella
—había un considerable alivio en su voz
cuando sus brazos me ciñeron apretadamente.
“Por supuesto que estoy aliviado ella podría haberse
lastimado o …” Edward empezó a divagar.
“O quizás podría haberse divertido tal y como leímos” sonrió
Alice
—Hola.
Siento llegar tan tarde. Me quedé dormida y...
—Lo
se. Jacob me lo explicó —avanzó hacia el coche y yo me tambalee rígidamente a
su lado— ¿Estas cansada? Puedo llevarte en brazos.
—Estoy
bien.
—Voy
a llevarte a casa para acostarte. ¿Te lo has pasado bien?
—Si
ha sido sorprendente, Edward. Me habría gustado que hubieras venido. No
encuentro palabras para explicarlo. El padre de Jake nos contó las viejas
leyendas y fue algo… algo mágico.
"Hm... pudo haber sido bueno estar allí,"
dijo Edward, mirando como si se imaginara la escena con Bella en sus brazos
oyendo hablar de estas leyendas. "Su rostro hubiera sido interesante que
ver".
“Y ya vamos con Edward soñando con su propia Bella”
Emmett rodo los ojos haciendo que los demás se rieran.
—Ya
me lo contaras, pero después de que hayas dormido.
—No
me acordaré de todo —le contesté; bostecé abriendo mucho la boca.
Edward
se rió entre dientes. Me abrió la puerta, me sentó en el asento y me puso el
cinturón de seguridad.
Unas
brillantes luces se encendieron de súbito y nos barrieron. Saludé hacia las
luces delanteras del coche, pro no supe si Jacob había visto mis gestos.
Mi
padre causó menos problemas de los esperados gracias a que Jacob también le
había telefoneado.
"Sí, claro... fue porque estabas con el
cachorro," Edward gruñó. "Dudo que hubiera sido aceptable si era yo
el que le mantuvo fuera tan tarde."
"Por supuesto que no", dijo Alice,
"Pero me hubieras pedido que le diera una excusa... estoy segura de que
habría funcionado conmigo."
“No creo que…” Edward intento.
“Podríamos tener más fiestas de pijamas como cuando
la secuestre” dijo Alice guiñándole un ojo “Y
ni siquiera necesitaría un pijama”
Si Edward pudiera sonrojarse lo haría.
Tras
desearle buenas noches a Charlie, me apoyé junto a la ventana mientras esperaba
a Edward. La noche era sorprendentemente fría, casi invernal. No me había dado
cuenta de esto en los acantilados ventosos; supongo que tuvo más que ver con
estar sentada al lado de Jacob que con el fuego.
Me
salpicaron gotitas heladas en la cara cuando empezó a caer la lluvia.
Estaba
demasiado oscuro para distinguir otra cosa que los conos oscuros de los abetos
inclinándose y meciéndose al ritmo de los hostigos del viento, pero de todos
modos forcé la vista en busca de otras formas en la tormenta. Una silueta
pálida, que se movía como un fantasma en la oscuridad... o quizás el contorno
borroso de un enorme lobo, pero mis ojos eran demasiado débiles.
"En la oscuridad, tal vez... pero esos ojos
han recogido muchas cosas que yo no habría creído posible para un ser
humano," Jasper sonrió.
Entonces,
hubo un repentino movimiento en la noche, justo a mi lado. Edward se deslizó a
través de la ventana abierta. Tenía las manos más frías que la lluvia.
—
¿Está Jacob ahí fuera? —le pregunté, temblando cuando Edward me acercó al
abrigo de sus brazos.
—Sí,
en alguna parte. Y Esme va de camino a casa.
Suspiré.
—Hace
mucho frío y caen chuzos de punta. Esto es una tontería.
Me
estremecí de nuevo
"Eso no nos importa en absoluto," Edward
sonrió.
y
él se rió entre dientes.
—Sólo
tú tienes frío, Bella.
Esa
noche también hizo frío en mis sueños, quizá porque dormí en los brazos de
Edward, pero soñé que estaba a la intemperie, bajo la tormenta, el viento me
sacudía el pelo contra la cara hasta cegarme. Permanecía en la costa en forma
de media luna de la playa Primera, intentando distinguir las formas que se
movían con tal rapidez que apenas podía verlas en la oscuridad y desde la
orilla. Al principio, no apreciaba más que los destellos de relámpagos negros y
blancos que se lanzaba unos contra otros, como en una danza, hasta que
entonces, como si la luna hubiera aparecido súbitamente entre las nubes, pude
verlo todo.
Rosalie,
con dorada melena empapada y colgando hasta la parte de atrás de sus rodillas,
arremetía contra un lobo enorme, de hocico plateado, que instintivamente
reconocí como perteneciente a Billy Black.
"¿Por qué me imagina luchando contra él?"
Rosalie frunció la nariz.
"Creo que es sólo una representación de la
lucha de la mujer fría y Taha Aki", dijo Carlisle.
"Parece que ella te eligió como la hermosa
mujer fría," Emmett sonrió.
"Mmm... y como villana," Rosalie dijo
tratando de parecer molesto, pero era evidente que estaba contenta también.
Eché
a correr, pero lo único que conseguí fue ese frustrante movimiento lento y
pausado tan propio de los sueños. Intenté gritarles, decirles que se
detuvieran, pero el viento me privó de la voz y no logré proferir ningún
sonido. Sacudí los brazos en alto, esperando captar su atención. Algo
relampagueó a mi lado y me di cuenta por primera vez de que mi mano derecha no
estaba vacía.
Llevaba
un afilado cuchillo largo, antiguo y de color plateado, con manchas de sangre
seca y ennegrecida.
Los ojos de Edward brillaban con ira
y parecían deprimidos al mismo tiempo
Solté
el cuchillo y abrí los ojos de golpe en la tranquila oscuridad de mi
dormitorio. Lo primero de lo que me percaté era que no estaba sola y me volví
para enterrar el rostro en el pecho de Edward, sabiendo que el dulce olor de su
piel sería el mejor remedio contra la pesadilla.
"Bien," dijo Edward, sus ojos
todavía un poco duros, pero estaba contento que ella se sentiera de esa manera cuando
despertaba junto a él.
—
¿Te he despertado? —murmuró él. Hubo un sonido de papel, el de páginas de un
libro abierto y luego un ligero golpe sordo como si algo se hubiera caído al
suelo de parqué.
—No
—cuchicheé, suspirando contenta cuando sus brazos se apretaron a mi alrededor—.
He tenido un mal sueño.
—
¿Quieres contármelo?
Sacudí
la cabeza.
—Estoy
muy cansada. Quizá mañana por la mañana..., si me acuerdo.
Le
sentí estremecerse con una risa silenciosa.
—Por
la mañana —asintió.
—
¿Qué estás leyendo? —pregunté, aún adormilada.
—Cumbres
borrascosas —contestó él.
"’ ¿Porque?" pregunto Edward. “No
entiendo”
Fruncí
el ceño medio en sueños.
—Creía
que no te gustaba ese libro.
—Lo
has dejado aquí olvidado —susurró él; su dulce voz me acunaba, llevándome de
nuevo a la inconsciencia—. Además, cuanto más tiempo paso contigo, mejor
comprendo las emociones humanas. Estoy descubriendo que simpatizo con
Heathcliff de un modo que antes no creí posible.
"Te lo dije," Emmett le sonrió.
"Como sea," Edward rodó los ojos.
—Aja
—farfullé.
Dijo
algo más, algo en voz baja, pero ya estaba dormida.
La
mañana siguiente amaneció de color gris perla y muy tranquila. Edward
me preguntó por mi sueño, pero no podía precisarlo con exactitud. Sólo
recordaba el frío y mi alegría de tenerle allí cuando me desperté. Me besó
durante mucho rato, tanto que se me disparó el pulso, antes de irse a casa para
cambiarse de ropa y recoger el coche.
Me
vestí con rapidez, aunque no tenía mucho donde elegir. Quienquiera que hubiera
saqueado mi cesta de la ropa, había dejado mi vestuario bastante perjudicado.
"Que es la peor parte de todo esto, estoy
seguro," Emmett sonrió
"Está cerca" dijo Alice seriamente.
"No lo está" Edward la miró.
"Tienes razón... esto significa que podría ir
de compras con ella.... o para ella" dijo Alice con entusiasmo. Edward
sólo rodó los ojos. “Deja de rodar esos ojos, ella será mi mejor amiga, las
mejores amigas van de compras”
Estaría
muy enfadada si el hecho no fuera tan aterrador.
Estaba
a punto de bajar a desayunar cuando noté mi baqueteado volumen de Cumbres borrascosas abierto en el suelo,
donde Edward lo había dejado caer por la noche manteniéndose abierto por el
sitio donde se había quedado leyendo, ya que la encuadernación había cedido.
Lo
recogí con curiosidad mientras procuraba recordar sus palabras sobre la
simpatía que sentía por Heathcliff por encima de los demás personajes. Se me
antojaba imposible; quizá lo había soñado.
Habia
tres palabras que captaron mi atención en la página por la que estaba abierto
el volumen e incliné la cabeza para leer el párrafo con más atención. Hablaba
Heathcliff y conocía bien el pasaje.
Y ahí es donde se puede ver la diferencia entre nuestros
sentimientos: si él estuviera en mi lugar y yo en el suyo, aunque le
aborreciera con un odio que convirtiera mi vida en hiél, nunca habría levantado
la mano contra él. ¡Puedes poner cara de incredulidad si quieres! Yo nunca
podría haberle apartado de ella, al menos mientras ella lo hubiera querido así.
Más en el momento en que perdiera su estima, ¡le habría arrancado el corazón y
me habría bebido su sangre! Sin embargo, hasta entonces, y si no me crees es
que no me conoces, hasta entonces, ¡preferiría morir con certeza antes que
tocarle un solo pelo de la cabeza!
"Hm" dijo Edward.
"Sí, ese pasaje realmente parece estar escrito
por ti", se rió Emmett
Las tres palabras que captaron mi atención
fueron «beber su sangre».
Me
estremecí.
Sí,
seguramente había soñado que Edward había dicho algo positivo sobre Heathcliff.
Y lo más probable es que esta página no fuera la que había estado leyendo. El
libro podría haber caído abierto por cualquier hoja.
"Y otra vez, ella se perdió lo
obvio," Edward se rio con cariño.
"Ese es el final del capítulo,"
Dijo Jasper y Carlisle tomó el libro.
Hola *.*/
Me acuerdo que cuando leí
este capítulo me aburrí hasta la muerte, y más porque lo leí en la hora de la
siesta, jjajajjaja
Gracias al cielo y a Jesiri
Zerimar, no me toco traducirlo, pero aún
así tuve que leerlo para corregir xD, por lo menos me salvo de leerlo miles de
veces.
Espero que lo hayan disfrutado...
Nos leemos en el siguiente.
Capitulo Siguiente.
6 comentarios:
Gracias por actualizar
Ah, que increible encontrarme que hay mas para leer, feliz
Bueno creo que todos los que amamos a estos lindos vampiros adoramos las partes donde ellos salen en comparación a las partes donde los protagonistas son los lobos y peor cuando através del resto de vampiros o "fríos" en cierta forma hacen ver a los Cullen's como si fueran esos vampiros malos jejeje!!!!
Y también me alegro mucho que te hayan podido ayudar con las traducciones, así continuaremos con la lectura jejeje!!!!
SALESIA
A penas ahora checo el blog... Y me doy cuenta que ya habías subido algunos capítulos... Lo que es un alivio por que me iba a volver local sin nada bueno que leer el fin de semana.... Gracias por tomarte el tiempo de subir los capítulos y por la increíble oportunidad que me diste de traducir.. Estoy a tus ordenes...!!! Ánimo ya casi llegamos!!
J.E. BLACK CULLENn
WOW, DISCULPA MI DESAPARCICON, HE TENIDO MUCHAS DIFICULTADES EN MICASA, PERO HE LEIDO YA COMO 5 CAPITULOS, SIGUE ASI, ESTA GENIAL
TU AHIJADO YA ESTA EMPAZANDO A AHABLAR ALGUNAS PLABRAS, EN CUANTO SE PA LEER LE RECOMENDARE TU BLOG, CUIDATE
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